Un estudio revelador sobre la evolución de los lagartos ofrece nuevas perspectivas sobre la paradoja de la estasis
En un rincón aparentemente tranquilo de Coral Gables, Florida, el profesor asistente James Stroud, de la Facultad de Ciencias Biológicas del Instituto de Tecnología de Georgia, llevó a cabo un estudio de campo que podría arrojar luz sobre una de las mayores incógnitas de la evolución.
La investigación, publicada como artículo principal en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), y que recoge Europa Press, se centró en la paradoja de la estasis: ¿cómo es posible que las especies, a pesar de la capacidad de la evolución para cambiar rápidamente, aparezcan prácticamente iguales durante millones de años?
Durante los últimos 40 años, la comunidad científica ha presenciado una explosión de estudios evolutivos que demostraron la rapidez con la que puede ocurrir la evolución. Sin embargo, esta revelación solo intensificó la paradoja. ¿Cómo reconciliar la idea de una evolución veloz con la persistencia de especies aparentemente inalteradas a lo largo de vastos periodos de tiempo?
El estudio de Stroud abordó esta cuestión utilizando una metodología única. Se enfocó en cuatro especies diferentes de lagartos Anolis en una pequeña isla del Jardín Botánico Tropical Fairchild. A lo largo de tres años, capturaron y estudiaron estos lagartos, midiendo sus características físicas y monitoreando su supervivencia en su entorno natural.
Estos hallazgos, que se presentan en un contexto de escasos estudios evolutivos a largo plazo, ofrecen una nueva comprensión de cómo las especies pueden mantener una apariencia constante a pesar de la presión evolutiva.
Los resultados desafiaron las expectativas. Contrario a la creencia común de que la selección natural trabaja para estabilizar la apariencia de una especie, Stroud descubrió que esta forma "estabilizadora" de selección era extremadamente rara. La selección natural varió significativamente a lo largo del tiempo, con patrones cambiantes año tras año. Sin embargo, cuando se examinaron en un contexto a largo plazo, estas variaciones aparentemente caóticas se equilibraron, y las especies permanecieron sorprendentemente similares.
Según Stroud, este descubrimiento desafía las nociones preconcebidas sobre cómo opera la evolución a nivel comunitario. El estudio proporciona una visión única y detallada de cómo la selección natural afecta a las especies a lo largo del tiempo, y su conclusión principal es que, incluso cuando las especies parecen inalteradas, la evolución sigue ocurriendo de maneras complejas y dinámicas.
Estos hallazgos, que se presentan en un contexto de escasos estudios evolutivos a largo plazo, ofrecen una nueva comprensión de cómo las especies pueden mantener una apariencia constante a pesar de la presión evolutiva. Stroud destaca la importancia de comprender la evolución para abordar preguntas fundamentales sobre la vida en la Tierra, subrayando que, aunque las apariencias pueden engañar, la evolución continúa moldeando silenciosamente el tejido de la vida en nuestro planeta.