A la candidatura de de una mujer indígena le atribuyen una supuesta ilegalidad.
La Corte de Constitucionalidad de Guatemala rechazó la inscripción del partido izquierdista Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP), liderado por Thelma Cabrera, una mujer maya mam que buscaba su candidatura a la presidencia del país en las próximas elecciones generales.
La decisión de la Corte Suprema de Justicia del 15 de dejó el partido fuera de la contienda electoral del 25 de junio, lo que ha generado críticas y evidencia de racismo y maniobras políticas en contra de Cabrera y su compañero de fórmula, Jordán Rodas.
El MLP apelará la decisión ante otros tribunales en un intento por lograr su inscripción antes del 25 de marzo, fecha límite para presentar candidaturas. La población de Guatemala es en su mayoría, pero el sistema político indígena ha estado históricamente marcado por la exclusión y el racismo.
La fecha límite para el registro de candidaturas es el 25 de marzo.
Un sistema racista centenario Las élites políticas y económicas de Guatemala “buscan la forma de no registrarla (a Cabrera), todos tienen derecho a participar, pero la están bloqueando”, dijo Sonia Nimacachi, de 31 años, de Santa Catarina Palopó. un municipio de mayoría maya k’iche, en el suroeste de Guatemala, dijo a IPS.
“Hay un sistema y una estructura racista, los indígenas apenas han logrado subir la escalera, pero con mucha dificultad, con cero oportunidades”: Silvia Menchú.
Nimacachi, una mujer maya k’iche, vende granizadas: hielo picado endulzado con gelatina de varios sabores, muy popular en los días calurosos.
“Hay un sistema y una estructura racista, los indígenas apenas han logrado subir la escalera, pero con mucha dificultad, con cero oportunidades”, dijo Silvia Menchú, directora de la Asociación de Desarrollo de la Mujer K’ak’a Na’oj (Nuevos Saber, en maya k’iche), dijo a IPS.
Esa organización tiene su sede en Santa Catarina Palopó y desarrolla programas de derechos humanos enfocados en las mujeres indígenas.
“Ha prevalecido el racismo, desde el sistema de gobierno nos maltratan en todos lados, se nos ve como los que tienen poca capacidad”, dijo Menchú, de la etnia maya quiché.
Una supuesta ilegalidad atribuida a Rodas, el candidato a vicepresidente, ha sido la razón por la que el MLP quedó fuera de la carrera electoral, por el momento.
Analistas y organizaciones sociales ven una oscura maniobra del statu quo, que no parece digerir la idea de que una mujer indígena todavía quiere abrirse camino en el rígido y racista sistema político del país.
Cabrera es una mujer maya mam, de 51 años, que pretende postularse por segunda vez a la presidencia en una lucha desigual por el liderazgo de este país centroamericano de 14,9 millones de habitantes.
Del total de la población, el 43,7% se identifica como indígena, de los pueblos maya, xinka, garífuna y afrodescendiente, según datos del censo de 2018.
Cabrera participó en las elecciones de 2019 y quedó en cuarto lugar, con el 10% del total de votos emitidos.
Las elecciones generales determinarán no solo la presidencia del país, para el período 2024-2028, sino también 160 diputados y 20 del Parlamento Centroamericano, así como 340 alcaldes.
Guatemala es el territorio donde floreció la antigua cultura maya cuando llegaron los conquistadores españoles en el siglo XVI.
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