Dice que lograrla es cuestión de destino humano.
Bogotá, 11 nov (PL) El expresidente uruguayo José Mujica reiteró hoy su respaldo a los diálogos entre el gobierno colombiano y las insurgentes FARC-EP y aseguró que la paz es una cuestión de destino humano por la que vale la pena batallar.
La búsqueda de la distensión en Colombia es un problema difícil pero bien merece los esfuerzos que realiza el país para poner punto final al largo conflicto armado, subrayó el político en declaraciones a Caracol Radio.
Representantes gubernamentales y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) platican en Cuba desde 2012 con el objetivo de hallar una salida concertada a la confrontación bélica, la cual dura más de medio siglo.
Las guerras terminan cuando alguno de los contendores desaparece o cuando existe un acuerdo para decir adiós a las armas, añadió el exgobernante quien ratificó su apoyo al presidente Juan Manuel Santos en la búsqueda de una solución pacífica a la conflagración, que ha dejado como saldo unos 300 mil muertos.
En su opinión la paz no es de derecha, de izquierda ni de centro, es simplemente una cuestión de destino humano por el que hay que luchar, enfatizó Mujica en entrevista concedida este miércoles a la emisora.
Como resultado de las conversaciones en la capital cubana ambas partes beligerantes lograron consensos en los temas de reforma rural integral, participación política centrada en la profundización de la democracia y combate a las drogas ilícitas.
Adicionalmente rubricaron un pacto para desarrollar un programa de desminado en el territorio nacional, otro para impulsar la búsqueda de desaparecidos y un tercero en materia de justicia transicional referido a la creación de la llamada Jurisdicción Especial para la paz, la cual permitirá investigar, juzgar y sancionar a actores del conflicto.
La vida es un milagro y todo lo que conspire contra ella tenemos que mitigarlo, insistió el exmandatario quien asiste a la Séptima Conferencia Latinoamericana de Ciencias Sociales, con sede en la ciudad de Medellín.
En otro momento de su comparecencia expresó que no le gustan los presos políticos en ninguna parte de la tierra.
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