SANTIAGO.- Gustavo Cabrera, ex colector de aduanas en el Aeropuerto Internacional Cibao, negó que haya sido cancelado del cargo, tras descubrirse una evasión fiscal por más de 27 millones de pesos, y dio seguridad de que renunció de esa posición. De esta manera, el alto dirigente municipal del Partido de la Liberación Dominicana refuta la versión dada por Miguel Cocco Guerrero, director general de Aduanas, de que lo canceló del puesto, mientras otras siete personas son investigadas.
Hablando a través de su esposa, Cabrera rechazó la versión periodística ofrecida por Cocco, prometiendo que dará más detalles del caso, cuando las investigaciones hayan concluido.
En esta ciudad ha trascendido que Cabrera fue detenido en su residencia en la madrugada del pasado 15 de mayo, siendo llevado de inmediato a la ciudad capital.
Hasta ese momento, era el delegado político del Partido de la Liberación Dominicana ante la Junta Electoral de Santiago, donde inmediatamente fue sustituido por Hanlet Otañez, director general de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago (CORAASAN).
Una fuente estrechamente relacionada con Cabrera confió a DiarioDigitalRD.con que, días después de iniciada la investigación, a este se le encontró inocente de la evasión fiscal y se le pidió que reasumiera sus funciones en la terminal aeroportuaria de esta ciudad, condicionándola a que Cocco Guerrero le rehabilitara su moral de manera pública, ya que se la había lesionado, por la forma como fue detenido.
Cabrera habría dicho que se hubiera presentado ante los organismos que investigan el caso, con sólo pedirle que lo hiciera “pero eso de ir a mi casa, en horas de la madrugada y llevarme detenido a la capital, siendo yo inocente, no se lo acepto a nadie”.
Cocco Guerrero, director general de Aduanas, también dispuso intervenir los departamentos de valores, verificaciones y los depósitos de almacenamiento y despacho de mercancías, para cuantificar el monto total de la evasión que, según informes preliminares, alcanza ya los RD$27. 5 millones.
Según la DGA, entre las irregularidades que permitieron las evasiones figuran subvaluaciones de mercancías, despachos de importaciones sin expedientes, entregas de cargamentos sin garantía previa y salida de mercancías fuera de los horarios de labores.
La revisión de los expedientes está a cargo de los departamentos de Fiscalización y de Auditoria Interna de la Dirección General de Aduanas, que se encuentran desde la pasada semana en las oficinas de la colecturía de Santiago.