Brasilia, (PL) La integración sudamericana y en especial la construcción de un gasoducto que enlazará a Venezuela, Brasil y Argentina resaltan en la agenda del cuarto encuentro formal conjunto que celebran hoy aquí los presidentes de esos países. A los primeros mandatarios de Brasil y Argentina, Luiz Inacio Lula da Silva y Néstor Kirchner, que ayer dieron nuevos pasos de impulso a la alianza bilateral y a la integración subregional, se sumará hoy el venezolano Hugo Chávez.
Esa cita, según la Cancillería brasileña, dará seguimiento al proceso de diálogo iniciado el primero de marzo del 2005 en Uruguay, durante la toma de posesión del presidente Tabaré Vázquez.
En aquella oportunidad los tres países de mayor peso económico en Sudamérica, acordaron establecer una alianza estratégica, la cual profundizaba y ampliaba decisiones similares adoptadas antes por Brasil y Argentina, en forma separada, con Venezuela.
Los tres dignatarios evaluarán en Brasilia propuestas de cooperación en las áreas de educación, cultura, economía y energía, además de debatir asuntos de la agenda regional y mundial.
El canciller Celso Amorim indicó que el encuentro se concentrará en la construcción del gasoducto de ocho mil kilómetros que unirá a los tres países y que eventualmente puede extenderse a otras naciones sudamericanas.
Los tres presidentes crearon en diciembre último una comisión para analizar la viabilidad del proyecto, durante la cumbre del MERCOSUR en Montevideo, que aceptó a Venezuela como miembro pleno, y después el tema lo analizaron sus ministros de energía.
El subsecretario general de América del Sur en la Cancillería, José Martins Felicio, afirmó que informaciones preliminares sitúan en 100 millones de metros cúbicos diarios la capacidad exportadora de gas de Venezuela.
Ese país posee las mayores reservas de gas de América Latina y las octavas del mundo, con 150 mil millones de pies cúbicos.
El gasoducto se incluye en un amplio proyecto de alianza estratégica energética promovido por Venezuela, que incluye la creación de las multiestatales Petrocaribe y Petrosur, que darían lugar a Petroamérica.
Brasil importa actualmente de Bolivia 26 millones de metros cúbicos por día, equivalentes, según el diplomático, a 35 por ciento de su consumo, y sería interesante para el país -agregó Felicio- aumentar el componente de gas en su matriz energética.
De acuerdo con el Ministerio de Energía de Venezuela, la construcción del gasoducto demoraría de cinco a siete años y exigiría una inversión de 17 mil a 20 mil millones de dólares.
Después de su reunión inicial en Montevideo, los tres gobernantes volvieron a encontrarse en mayo del 2005 en Brasilia, al margen de la cumbre Sudamérica-Arabes, y en diciembre en Montevideo, durante la cumbre del MERCOSUR.
En esas citas han impulsado iniciativas de integración y cooperación en las áreas económica, comercial, social y energética, y a la vez hubo reuniones con ese fin de ministros de esos sectores de los tres países y de presidentes de los bancos centrales.
Entre otros acuerdos se creó Petrosur como instancia política de coordinación de acciones en los campos energético y petrolífero, y se firmó un memorándum de entendimiento sobre la interconexión gasífera de los tres países, tema discutido además ayer por Lula y Kirchner.