El MVP de la Serie Final resurge en un momento crucial y lleva a los azules a la victoria
SANTO DOMINGO. En un desenlace digno de la historia del béisbol dominicano, Gustavo Núñez reafirmó su estatus como uno de los grandes con un cuadrangular que cambió el rumbo del sexto juego de la Serie Final 2024-25. Con un out de diferencia para la descalificación, Núñez conectó el batazo que igualó el marcador y dio paso a una victoria 7-4 de los Tigres del Licey sobre los Leones del Escogido, dejando a los fanáticos azules al borde de la euforia.
“Le doy gracias a Dios por ponerme en esta situación. Me gustan los momentos grandes. Salí con la meta de buscar ese palo, y lo logré”, expresó emocionado el veterano jugador, quien no sólo cumplió con su palabra, sino que selló un momento inolvidable para la franquicia.
La tensión se intensificó cuando el dirigente de los Leones, Albert Pujols, decidió confiscar el bate de Núñez tras el cuadrangular, cuestionando su legalidad. Sin embargo, el MVP de la serie respondió con humildad y humor: “Todo el mundo sabe que no soy un bateador de muchos jonrones. No le tengo menos respeto a Pujols por eso; es una estrella y merece reverencia. Pero me llevó uno de mis jitomates buenos”, dijo entre risas.
Núñez, elegido por segundo año consecutivo en el draft de reingreso por los Tigres del Licey, se ha convertido en una figura emblemática del equipo. A sus 36 años, sigue coleccionando momentos icónicos con el glorioso uniforme azul. “Me encanta la adrenalina. La pelota dominicana se juega con pasión, y estos momentos son indescriptibles”, agregó el jugador, quien también fue clave para llevar al equipo a esta Serie Final.
Con nueve carreras involucradas en la serie pasada y actuaciones heróicas en los juegos decisivos, Gustavo Núñez sigue siendo un motor para los Tigres. Su determinación y entrega no solo han dejado huella en el terreno, sino también en el corazón de los fanáticos, quienes ahora esperan con ansias el desenlace de esta emocionante final.