Más de 40 privados de libertad obtuvieron títulos universitarios y proyectan que 15,193 internos culminen sus estudios
Santo Domingo Este 2024 marcó un hito sin precedentes: más de 40 privados de libertad obtuvieron títulos universitarios como resultado de un ambicioso programa educativo liderado por la Dirección General de Servicios Penitenciarios y Correccionales (DGSPC), cuyo director, Roberto Hernández Basilio, proyecta que 15,193 internos culminen sus estudios en diferentes áreas y niveles para 2025.
Las cifras son contundentes:
- 914 certificados de alfabetización.
- 3,912 graduados de educación básica.
- 2,983 en secundaria y 59 en educación superior.
- 5,710 en cursos técnicos y 392 en talleres religiosos.
De este grupo, 13,963 son hombres y 620 mujeres, todos encaminados hacia una nueva oportunidad de vida.
Educación: el pilar fundamental para la reinserción social efectiva
Hernández Basilio destacó que estos logros son posibles gracias a programas educativos integrales, en colaboración con instituciones académicas como la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), la Universidad de la Tercera Edad (UTE) y otras. Estas alianzas reflejan un compromiso colectivo por transformar la realidad penitenciaria del país.
Las rutas formativas incluyen áreas como Derecho, Mercadotecnia, Psicología, Contabilidad e Ingeniería Industrial, disciplinas que preparan a los internos para su reintegración en la sociedad.
Casos destacados: premiados y becados que desafían estigmas
Entre los graduados figuran nombres como Mario José Redondo Llenas y Ángel Antonio Vázquez Fermín, este último con una maestría en Legislación de Tierra. Guacanagarix Ureña, interno del Centro de Corrección y Rehabilitación San Felipe, recibió el premio al Mérito Estudiantil otorgado por el Distrito Educativo 11-02 de Puerto Plata.
Además, dos internos accedieron al programa “Beca Tú Futuro” del Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCyT), mientras que otros siete recibieron media beca del Ayuntamiento de San Pedro de Macorís.
Tecnología y legislación: herramientas que impulsan el aprendizaje
Los privados de libertad tienen acceso a internet y computadoras en áreas específicas dentro de los centros penitenciarios, lo que facilita su participación en plataformas educativas virtuales.
Para quienes se encuentran bajo el régimen de la Dirección de Medio Libre, la Ley 113-21 permite asistir presencialmente a escuelas y universidades con autorización judicial, integrando así la educación en su proceso de rehabilitación.