Cuando la IA generativa está en funcionamiento utiliza una cantidad significativa de potencia de cálculo y energía.
No solo la tecnología de Blockchain y la minería que esta implica está generando preocupación por la cantidad de energético para su implementación, también inteligencia artificial (IA), en particular la IA generativa tiene un alto consumo de energía que podría superar la demanda de algunos países en el futuro.
Alex de Vries, fundador de DigiEconomist, advierte en la revista Joule que la IA generativa que crea texto, imágenes y otros datos, está experimentando un rápido crecimiento, pero su impacto ambiental está generando preocupaciones por el consumo de energía relacionado
El entrenamiento de herramientas de IA, como ChatGPT de OpenAI, requiere enormes cantidades de datos y, por ende, consume mucha energía. Por ejemplo, la herramienta de generación de texto de Hugging Face consumió 433 megavatios-hora (MWH) durante el entrenamiento, equivalente al suministro de energía de 40 hogares estadounidenses promedio durante un año.
La preocupación no se detiene en el entrenamiento; cuando la IA generativa está en funcionamiento, cada vez que produce texto o imágenes, también utiliza una cantidad significativa de potencia de cálculo y energía.
Se estima que el funcionamiento diario de ChatGPT podría consumir 564 MWh de electricidad divulga Europa Press.
De Vries calcula que si cada búsqueda de Google utilizara IA, necesitaría 29.2 TWh de energía al año, equivalente al consumo anual de electricidad de Irlanda.
Aunque se trabaja en mejorar la eficiencia del hardware y software de IA, De Vries advierte sobre la paradoja de Jevons: hacer las herramientas más eficientes tiende a aumentar la demanda y, en última instancia, el consumo neto de recursos.
Empresas como Google están integrando la IA generativa en servicios como el correo electrónico y motores de búsqueda. De Vries calcula que si cada búsqueda de Google utilizara IA, necesitaría 29.2 TWh de energía al año, equivalente al consumo anual de electricidad de Irlanda.
Aunque el escenario extremo puede no materializarse a corto plazo debido a los altos costos y cuellos de botella en la cadena de suministro, se proyecta un rápido crecimiento en la producción de servidores de IA. Para 2027, el consumo mundial de electricidad relacionado con la IA podría aumentar significativamente, comparable al consumo anual de países como los Países Bajos, Argentina y Suecia.
De Vries enfatiza la importancia de considerar cuidadosamente el uso de la IA, ya que su intensivo consumo de energía plantea desafíos significativos. La comunidad debe reflexionar sobre la implementación responsable de la IA y buscar formas de equilibrar el progreso tecnológico con la sostenibilidad ambiental.