Por eso no es casual que Rochy RD haya concitado apoyo y se haya solicitado incluso que sea liberado. Eso ocurre porque desde en el litoral urbano, el bajo mundo como ellos mismo definen su espacio, la ética y la moral no existen y lo que a muchos nos parece irreverente, allí es algo normal.
En el sonado mundo urbano, que abarca la música, redes sociales y programas de televisión y radio, la prostitución sexual es algo habitual. Es frecuente escuchar a jóvenes confesar que han participado en tríos o que están dispuestas a hacerlo, sin el menor desparpajo también admiten que se acuestan con hombre sin dinero.

Incluso, algunas hablan orgullosas de ser amantes de hombres casados y alardean de las buenas condiciones en las que las han puesto a vivir. Gracias a ellos, se costean cirugías y adquieren lujosas prendas y visten de famosas marcas.
Y no solo son las féminas que presumen de sus degeneradas andanzas. Hay varones que por igual exponen sus extravagancias. Desde confesar ser homosexuales y narrar episodios vividos, hasta admitir que son bugarrones y explicar con quienes sostienen o han sostenido relaciones sexuales.
Los hay que se confiesan drogadictos tal si fuera una proeza, y hasta de que trafican con estupefacientes. Lo de prostituir niñas menores lo confiesan con frecuencia, de modo que el escándalo que envuelve al urbano Rochy RD y a La Demente ha explotado porque hubo una madre que denunció el caso, sobre la cual se han abalanzado ciertas gangas barriales a presionarla para que desista del caso, quedando al parecer atrapada en una situación que es probable ni ella se lo imaginaría.
Lo peor es que no solo en Youtube y otras redes sociales hay espacios para que individuos e individuas de vidas pervertidas se expongan como héroes. También en la televisión y la radio convencional ya son frecuentes los espacios donde estas personas le enrostran a la sociedad sus extravagantes vidas
Por eso no es casual que Rochy RD haya concitado apoyo y se haya solicitado incluso que sea liberado. Eso ocurre porque desde en el litoral urbano, el bajo mundo como ellos mismo definen su espacio, la ética y la moral no existen y lo que a muchos nos parece irreverente, allí es algo normal.
Y no es una especulación. Basta con rastrear los programas de Youtube de los urbanos, y otras redes sociales, o escuchar ciertos espacios de nuestra televisión y radio para darse cuenta que hay un estilo de vida acentuado en ese sector que desdice de las normas morales y éticas que se suponen deben regir una sociedad. Y ni decir de muchas de las canciones mas difundidas que son apologías a todo los socialmente degradante, que se nos quiere vender como que es