Santo Domingo, R.D. – Santo Domingo, R.D.- La República Dominicana recientemente dio el último adiós al legendario del béisbol de grandes ligas, Tony Fernández, en un acto de honores oficiales en el estadio Tetelo Vargas, de su pueblo natal San Pedro de Macorís, ante la presencia de cientos de fanáticos, amigos, familiares y compañeros de Canadá, Estados Unidos y otros países donde desarrolló su carrera deportiva.
El país y muchos de sus ciudadanos dominicanos, aun sumergidos en un escenario y proceso de luchas y demandas sociales, ante la reciente suspensión de las elecciones municipales, decidieron dedicar un espacio para honrar su memoria y despedir a esta gloria e inmortal del béisbol, también conocido como Tony “Cabeza” Fernández, quien además en vida se consagró a la obra humanitaria, a través de la fundación de su mismo nombre, desprendido de “bienes materiales, el dinero y la avaricia”, tal como afirmaron distintas personalidades y figuras de los deportes durante los actos de honras fúnebres.
El acto oficial para despedir los restos mortales de “Cabeza” Fernández iniciaron con el desfile de la guardia de honor del Pabellón de la Fama República Dominicana, así con colocación de la bandera nacional dominicana sobre el féretro, seguidos de la innovación de los himnos de la República Dominicana, Estados Unidos y Canadá.
En representación del Ministro de Deportes, Danilo Díaz, expresó su pesar, el viceministro Soterio Ramírez., así Imrad Halim por parte de la Fundación Tony Fernández, filial establecida en Canadá y otra en la Florida. Por parte de la familia Fernández Guzmán expresaron palabras de agradecimiento a los presentes, sus hijos Jasmine y Jonathan. Y por el cuerpo ministerial cristiano, la pastora Jenny Reynoso, con oración de paz, en tanto que Amaury Telemaco, participó con las palabras de reflexión. También los inmortales del béisbol y amigos cercanos de Tony, Mariano Duncan y Junior Noboa, testimoniaron momentos vividos y le recordaron durante sus años de éxitos y victorias.
Las presentaciones artísticas en honor a Fernández, estuvieron a cargo de la interpretación de El Jeffrey, cantante dominicano y su hija Laura, quienes realizaron arreglos musicales para una canción cristiana bajo la autoría del propio Tony antes de su partida. Además, hubo interpretaciones por parte del coro de alabanza de su ministerio.
Entre las principales personalidades y amigos que estuvieron presentes durante las honras fúnebres se encuentran Jessie and Marla Barfield, Paul and Barbara Collins, Paul and Kay Beeston, Pedro y Carolina Martínez, Ramon Martínez, Alfredo Griffin, George Bell e hijos, Maria Cresswell, Juan Guzmán, Alfredo Griffin, George Bell e hijos, Maria Cresswell, entre otros, según destacó Rodolfo Espinal, quien fungió como maestro de ceremonias oficial.
El estelar Tony Fernández jugó en las Grandes Ligas con los equipos conocidos como los “Blue Jays” o Azulejos de Toronto durante 12 temporadas, dos con los padres de San Diego, con los Yankees de Nueva York, también formó parte de Los Indios de Cleveland y Cerveceros de Milwaukee, Rojos de Cincinnati y Mets de Nueva York, sumando así un total de 17 campañas en las ligas mayores de béisbol. Obtuvo grandes logros y reconocimientos en varias ligas de béisbol durante sus destacadas participaciones en los torneos profesionales de la República Dominicana especialmente junto al equipo azul de los Tigres del Licey.
Vale destacar que en el 2008 Fernández se convirtió en el primer dominicano en ingresar al Salón de la Fama del Béisbol canadiense. Posteriormente su carrera fue reconocida en República Dominicana con la exaltación al Salón de la Fama del Béisbol Latino, en la Clase del 2013, dos años después de su inducción al Pabellón de los inmortales de Deportistas Petromacorisanos. Fue exaltado en 2016 al Salón de la Fama del Deporte de la provincia de Ontario, Canadá, por sus aportes y logros en 12 campañas en Las Mayores con los Blue Jays de Toronto, equipo con que consiguió un anillo de Serie Mundial en 1993 y sus mejores años como pelotero profesional. Jugó su última temporada en Japón (año 2000) antes de su retiro en Toronto, 2001.
Así también “Cabeza” Fernández dedicó parte de su vida a trabajar en obras humanitarias, a través de la fundación creada bajo su sello y nombre, con la cual apoyó, además, la labor de diferentes organizaciones benéficas y creó el orfanato Niños Para Cristo, donde miles de niños y niñas desprotegidos han encontrado un hogar durante los años que lleva de funcionamiento dicha institución. Después de su retiro realizó estudios de teología y creó el ministerio “Atletas del Reino”, para también dedicarse a labor cristiana y evangelización.
Octavio Antonio Fernández Castro, murió a la edad de 57 años por complicaciones renales la tarde del domingo 16 de febrero de 2020. Le sobreviven su compañera matrimonial Clara Victoria Guzmán viuda de Fernández y sus hijos Joel Octavio, Jonathan David, Abraham Antonio, Andrés Augusto y Jasmine Victoria.