El sistema de partidos- -salvo ciertas excepciones marginales- se pudrió y no cesa de emitir suciedades.
Otra vez el capo Quirino, cuyo hermano había declarado que su narco-cártel había financiado a los tres principales partidos de la época: PLD, PRSC y PRD, volvió a operar como instrumento de denuncia y chantaje contra facciones electoralistas que no son precisamente las que respaldan la re-postulación del presidente Medina, pero que si gravitan en el PLD y el PRM, heredero mayor de un PRD degradado y ahora plegado a Trump y a la ultraderecha continental frente a una Venezuela amenazada de invasión “made in USA”.
Lo de Leonel, FUNGLODE (cuerpo del delito), su planta eléctrica y los 200 millones prestados por Quirino era conocido en grande.
Falta que ahora se amplifique tanto igual lo del capo español Arturo del Tiempo Márquez- Torre Atiemar, lo de Nelson Solano (el Zar de la heroína del Caribe (extraditado y condenado en EEUU), lo de Paya (encabezado por un general bien protegido por gobiernos del PLD) y los vínculos de Félix Bautista con Figueroa Agosto (en cuanto a sus superiores involucrados en esa relación).
Esa vertiente quirinezca de Hipólito-PRM no se sabía (salvo lo relacionado con el ingreso del capo de Elías Piña como oficial al ejército durante su mandato presidencial).
Pero la verdad es que Quirino Ernesto ahora lo metió para lo hondo con su respaldo político y el propio Hipólito se enredó más al admitir haber ejercido su vocación “investigadora” vía una “conversa” con quien esencialmente le tenía que confirmar lo que públicamente había afirmado sobre Leonel.
En resumen: una estocada por la espalda al precandidato perremeista (pese a estar “daniliando”), junto a una torpeza a lo Trump del mismísimo Guapo de Gurabo.
Unos detalles adicionales, sin embargo, ayudan a precisar intermediaciones usadas por Leonel en esa relación: Margarita Gómez (la decoradora involucrada en sobrevaluaciones de decoración del Palacio de las Injusticias y del Parque de Santiago), su amigote el general Florentino y Florentino y el inefable Félix Bautista, reincidente en esas lides; todos todavía impunes de esas y otras prácticas delictivas, gracias a Leonel y Danilo.
Es tonto pensar que antes y ahora, el capo Quirino, quien negoció muy bien su benigna condena con el poder imperial (que siempre manipula la narco-corrupción), esté actuando por cuentas propias, y si no es así sus titiriteros son sus protectores a alto nivel, aquí y en el Norte brutal.
Por eso hablo de este capo como instrumento de chantajes y denuncias con fines parciales en el pantano electoral. Y esto, claro está, confirma que nada debe esperarse de la cloaca política que concurre a ese viciado escenario. ( PORTAL: z101digital.com, domingo 3-02-2019)