El pueblo dominicano declaró a Loma Miranda parque nacional y prohibió su explotación. Pero el gobierno de Danilo-PLD, no.
Hasta ahora Miranda, el Valle del Cibao, los pueblos del Norte del país, está ganando esa trascendente pelea. Pero en ese punto estratégico no cesan los ataques de FALCONDO y de este Estado corrompido y subordinado a un depredador imperialismo minero asociado al complejo militar-financiero de EEUU.
El agua, la vida, el pueblo, están venciendo en Loma miranda la ambición de saqueadores y ladrones (transnacionales y criollos) empecinados en apropiarse del oro y otros minerales metálicos a costa de la vida en esa zona del país.
Intentaron primero explotar la mina de Blanco-Bonao y años después de derrotados allí han pretendido, sin lograrlo todavía, asaltar el tesoro acuífero mirandino (ubicado entre Bonao y la Vega), para a continuación desplegar toda su voracidad destructiva en la Cordillera Central.
En ambos casos les ha ido muy mal, presentes en la conciencia nacional los precedentes dramáticos de los supuestos beneficios de la minería transnacional en Pedernales-Alcoa, Cotui-Rosario-Barrick y Bonao-Falcondo.
· Miranda es mucho más que Miranda.
Miranda para Falcondo no es simplemente Miranda ni sus limitadas reservas de níquel.
Es, paradójicamente, el gran valor capitalista de la destrucción de su condición reservorio de agua y biodiversidad para el futuro negociazo privado del agua apoyado en su escasez.
Es también el valor de esa concesión de explotación para elevar el precio de las acciones de los dueños de Falcondo y para sus consiguientes operaciones bursátiles mafiosas.
Pero es mucho más que eso: es su entrada por la ladera Norte a la Cordillera Central ya concesionada para exploración a poderosos consorcios con apellido Gold; concesiones precisamente ubicadas en los nacimientos y proximidades de sus principales ríos.
El negocio ambicionado en esa conformación montañosa, que a la vez de ser el principal reservorio de agua y fuente de vida de esta isla, está preñada de de oro y otros minerales valiosos, es verdaderamente macabro: saqueo de minerales a cambio de ingresos limitados en dólares para gobiernos delincuentes, destrucción de una parte de sus fuentes de aguas para agravar su escasez y control de las restantes para especular con el agua convertida en negocio privado bajo su control. Y, no menos importante, las alzas en el precio de sus acciones les servirían para especular en los mercados financieros internacionales.
· Asedio de FALCONDO en Loma Miranda y ofensiva de GOLD QUEST en Romero-San Juan.
El formidable movimiento de defensa de Loma Miranda ha bloqueado temporalmente la ofensiva en ese punto y detuvo el programa minero gubernamental contra el agua y la vida de la Cordillera Central.
Pero ahora -sin abandonar el hostigamiento en Miranda- la agresiva ofensiva transnacional-gubernamental se trasladó a la mina de oro de Romero-San Juan (en carpeta también la de Restauración y la de Yamasá), que es mucho más que Romero y que San Juan.
Es la entrada por el Sur, con similares fines macabros, a la extensión de la Cordillera Central comprendida entre Padre las Casas y Restauración ( del centro del Sur a la región fronteriza), pasando por San Juan, donde no existe una pulgada de terreno que no esté concedida en exploración a consorcios mineros, incluido el paquete adicional de Gold Quest.
Romero-Gold Quest es solo un modelito publicitario en el contexto de una costosa operación mediática al servicio de la gran minería destructiva, presentado y promovido por la asesora de imagen AÑICO de Gold Quest y tutelada por la Cámara Minera y la Cámara Americana de Comercio aliadas a la burguesía sumisa del CONEP.
Es la carnada del anzuelo para otro intento de violación de la Cordillera Central a nombre de la “minería sostenible” basada inicialmente en explotaciones subterráneas, por túneles, clausurando supuestamente las explotaciones a cielo abierto.
Nos quieren entretener con ese truquito y esa discusión técnica, cuando se trata de algo relacionado con un tema crucial, superior a lo relativo a que esa técnica “hace menos daños”, pero hace daños, porque no impide impactos negativos adicionales en una región agrícola ya afectada por la carencia de agua y cuyas fuentes fundamentales, el río San Juan y la Presa de Sabaneta pueden sufrir al efecto alteraciones significativas.
· No evadir la cuestión crucial.
La cuestión crucial incluso va más allá del hecho de que el oro nativo -explotable por túneles y con técnicas no contaminantes- se agotaría mucho antes de los siete años del contrato, y entonces de seguro se pasaría a la explotación de óxidos y sulfuros a cielo abierto y uso de cianuro y otros venenos.
La cuestión crucial se relaciona con el uso de los terrenos y su ordenamiento, y en ese aspecto abundan las razones para declarar a la Cordillera Central área libre de minería metálica; dado el valor superior del agua que capta, acoge y convierte en manantiales, ríos y cañadas, superficiales y subterráneas. Algo inmensamente superior a cualquier otra riqueza.
San Juan y toda esa franja del suroeste es -y debe seguir siendo- región agrícola.
No hay oro ni mineral alguno con valor superior al agua, porque el agua equivale a la vida en esa región.
Darle paso a la pretensión de explotar el yacimiento Romero, facilitaría además la explotación de Loma Miranda (hasta hoy impedida) y desataría en toda la Cordillera Central la conversión en cadena de las concesiones de exploración en contratos de explotación; todo esto bajo el privilegio que a esos proyectos le concede la ley minera frente a cualquier otro uso del territorio, ahora con el disfraz de minería responsable y el caramelo inicial de la explotación vía túneles.
Eso equivaldría a licencia para matar el país y la isla a la elevada velocidad que puede imprimirle un régimen corrupto y sobornable como el actual.
Hasta esta ley minera, mala como ella sola, prohíbe la explotación de yacimientos situados en las proximidades de ríos y presas, por lo que de entrada es ilegal la aprobación por el Ministerio de Energía y Minas de los requisitos técnicos y económicos del proyecto Romero situado en las inmediaciones, incluso más arriba, de la Presa de Sabaneta y muy cerca del Río San Juan.
Es improcedente discutir trasparencia o sostenibilidad minera donde no debe –y está prohibida- esa actividad. (Portal z101digital.com / Semana iniciada el domingo 11 de febrero del 2018)