París (PL) La película húngara "El Hijo de Saúl", presentada hoy en el Festival de Cine de Cannes, se avizora como una de las realizaciones que podría obtener alguno de los premios del certamen, opinan especialistas.
La cinta, del director László Nemes, aborda el tema del holocausto de una manera diferente, evitando los estereotipos. Sumerge al espectador en el infierno de un prisionero judío en Auschwitz-Birkenau que reconoce a su hijo en medio de los cadáveres que van a ser incinerados.
Nemes se centra en los Sonderkommando, prisioneros de los campos nazis encargados de limpiar las cámaras de gas, deshacerse de las ropas de los muertos o transportar los cadáveres a las fosas comunes.
Con 38 años de edad, el realizador llegó a Cannes con esta ópera prima en la que se propuso hacer algo visualmente distinto sobre el holocausto, declaró a medios de prensa.
Me pregunté cuál era la impresión que tenían los judíos cuando llegaban al andén del campo. ¿Que se veía? ¿Cómo transcurrían sus últimas horas? Proyectarme me dio la fuerza que me empujó a hacer la película, resaltó.
El tema, apuntó, ha sido tratado tantas veces, a menudo a través de estereotipos y apelando a la mayor cantidad de emoción y dramatismo posibles. Pero de alguna forma, las matanzas quedaban en silencio y la dureza se minimizaba.
"El hijo de Saúl" es uno de los 19 filmes que compiten por la emblemática Palma de Oro que otorga el Festival de Cannes, el cual cerrará sus puertas el 24 de mayo.