Ella es digna de admirar
Cundo ella no estás me opaca la oscuridad
muchas quisieran ser como tú
exhibes resplandeciente luz
esclareces mi sendero, por eso es que te prefiero
como tú no hay ninguna
gracias mi luna.
Eres resplandeciente y hermosa
acomplejas a las rosas
me alumbras siempre el camino
tu relumbrar va conmigo
te presentas muy singular
digna eres de admirar.
Es insuficiente lo que se pueda escribir con gratitud, a quien nos ha esclarecido las noches sin cobrar su luz.
Autor: Cesáreo Silvestre Peguero