<span style="font-size: 12px;"><b>La salida de Reinaldo Pared como aspirante presidencial del
Partido de la Liberación Dominicana, abre un nuevo capítulo en la historia de
ese partido y en la del país.</b></span>
Antecedida por los anuncios de las aspiraciones de Juan Temístocles
Montás y de Francisco Javier García,
enfatiza un mensaje: el concepto de partido de líderes que enarboló Juan
Bosch y el de la escuela de presidentes que expuso Leonel Fernández, han
prendido en el seno del PLD.
Algo en común tienen los tres: nunca habían formalizado una
aspiración presidencial en el PLD, pese a los méritos acumulados por sus largas
militancias y desempeño de roles estelares en el partido y en el Estado.
Reinaldo no sólo ha venido al ruedo con preparación, trayectoria
partidaria y experiencia de Estado, sino que lo ha hecho con el respaldo que
jamás haya presentado aspirante de primer intento ni en el PLD ni en ningún
otro partido.
Cuando se presentó ante los medios de comunicación del país para
anunciar que buscaría la candidatura presidencial de su partido, suscribían y
respaldaban esa determinación 14 senadores, decenas de diputados, medio
centenar de alcaldes, alcaldesas y directores de juntas municipales, decenas de
regidores, 40 generales retirados, más de doscientos miembros del Comité
Central del PLD, y varios miembros del Comité Político, dos de las cuales
Miriam Cabral y Cristiana Lizardo, pronunciaron discursos en el acto.
Para evitar confusiones, con excepción de la prensa no hubo
invitados de cortesía, allí solo fueron personas comprometidas, y por intuición
natural se olfateaba que eran todos los que estaban, pero que no estaban todos
los que eran, que gente que participa de esa causa se reservó para otras
demostraciones.
El mismo PLD que ha añadido a la historia del país dos
presidentes forjados en el fragor de esa organización puede seguir aportando a
la renovación del liderazgo político de la nación, el mismo PLD que ha mostrado
que tiene estadistas que con distintos libritos pueden responder a los
requerimientos de la sociedad dominicana, se muestra dispuesto a reinventarse demostrando que en la sociedad
dominicana no hay necesidad de aventuras, que lo que quiera el país, que lo que
reclaman los nuevos votantes, lo que aspiran quienes no visualizan su suerte
fuera del territorio dominicano, puede proporcionarlo ese partido
El PLD sabe que de sus dos principales líderes, el que en la
actualidad goza de la popularidad y el prestigio para conquistar a los votantes
no comprometidos con esa organización, Danilo Medina, está impedido
constitucionalmente de buscar una repostulación
inmediata, y que la figura que más presencia y éxitos ha tenido en el
mercado electoral dominicano, Leonel Fernández, después de haber agotado tres
periodos presidenciales, no tiene la necesidad
de exponerse por uno más, que poco le añade a la consagración de su liderazgo, lo
que hace la coyuntura propicia para un candidato que pueda encarnar la unidad
de la maquinaria con el endoso de los liderazgos mayores.
La búsqueda de una candidatura presidencial es titánica e
incansable, transforma por varios años la vida del principal motor de su propia
maquinaria que es el candidato, Reinaldo lo sabe y tiene una ventaja: todas las
posiciones en las que ha estado ha tenido que ganarlas en procesos
competitivos.
Desde la secretaria general del PLD, Reinaldo Pared ha
batallado sin tregua por los triunfos de su partido, y desde la presidencia del
Senado ha contribuido con el éxito de los gobiernos peledeístas.