<b>La Soberanía Nacional no se defiende ni con mentiras ni contra pequeños países dependientes de potencias imperialistas, que no representan amenaza alguna.</b>
La Soberanía Nacional tampoco se defiende reaccionando airadamente ante contundentes críticas a las flagrantes violaciones cometidas por el Estado dominicano a derechos humanos fundamentales y a convenios internacionales.
Nada tiene que ver el patriotismo con la defensa de un anti-haitiano imbuido de racismo.
La soberanía dominicana hay que defenderla con verdades y de frente a las potencias imperialistas, especialmente frente a los EEUU que nos someten, nos saquean y nos intervienen; siempre en estrecha colaboración con la clase dominante-gobernante criolla, su partidocracia corrompida y sus gobiernos de turno.
Haití es un país súper empobrecido e intervenido por EEUU y fuerzas aliadas, sin condiciones para dominar a nadie.
San Vicente-Las Granadinas está conformado por un conjunto de pequeñísimas islas habitadas por solo 100 mil personas, que por mas que critique el racismo anti-haitiano evidente en nuestro país y las violaciones a los derechos derivadas de la sentencia neofascista del Tribunal Constitucional dominicano, no representa la mas mínima amenaza contra nuestra soberanía; por demás aplastada por EEUU y su globalización neoliberal.
Nada tiene que ver esa sentencia con el tema de la regularización de la migración procedente de Haití… Si con el despojo masivo de la nacionalidad a personas pertenecientes a cuatro generaciones dominicanas con ascendencia haitiana y piel negra. Ese un enredo mentiroso, tramposo, ahora reiterado por Danilo en la CELAC.
Ese despojo incluso ha sido ejecutado por la Junta Central Electoral durante los últimos cinco años, ensañándose contra personas con esas características inscritas en el Registro Civil como dominicanas.
Sobran las pruebas de tales abusos y resuenan en nuestros oídos las recientes expresiones de Presidente Medina lamentando y pidiendo excusas por esas situaciones aberrantes y conmovedoras.
Los archivos de violaciones de los derechos de la población de origen haitiano y de la emigración traficada por empresarios inescrupulosos, con la complicidad del Estado, en poder de organismos de derecho humanos y medios de comunicación, son inmensos y espeluznantes.
Aquí el trato vejatorio y la sobreexplotación de los/as trabajadores/as haitianos/as es realmente cruel y proverbial.
Es mentira que todas las constituciones dominicanas dicen lo mismo sobre el derecho a la nacionalidad. El presidente Medina sabe muy bien que la actual, impuesta por Leonel Fernández y el PLD, con complicidad del PRSC y el PRD, limitó el derecho a ella solo a nacidos/as de padre o madre dominicano/a y en lo adelante se la niega a los de otros orígenes, aun nacidos/as en esta tierra.
Sabe también, que aun así, esa constitución no admite la retroactividad en ese tema: retroactividad que la referida sentencia racista del TC violó descarada y descarnadamente.
La supuesta generosidad del Estado dominicano para con el pueblo haitiano es una gran ficción, como lo es la de los imperialismos estadounidenses y europeos respecto a los/as dominicanos/as que emigran hacia Norteamérica y Europa.
Esta demostrando históricamente que las migraciones le reportan muchísimos mas beneficios a los países receptores que los que estos otorgan a los emigrantes, peor aun en el caso de los/as indocumentados étnicamente diferentes a las poblaciones blancas.
Hasta lo de la solidaridad en medio y después del reciente terremoto en Haití, se ha evidenciado mas como una oportunidad de negociar y de expandir la corrupción, que como una acción humanitaria.
Si no que se le pregunten a las compañías de Félix Bautista, al Grupo Estrella, Odebrech y todos los altos funcionarios y grandes empresariados dominicanos y haitianos que han hecho fortuna durante con esa supuesta generosidad.
¡Pregúntenselo a Leonel y a su poderosa corporación morada y, de paso a Martely y sus socios en suciedades!
Lamentablemente el señor Goncálves, primer ministro de Santa Lucía, tiene razón en lo poquito que dijo del racismo y de la violación del los derechos humanos aquí. Es mucho mas lo que puede y debe denunciarse, y es mucho mas trágica la realidad en ese aspecto.
La reacción del Presidente Medina en ese conclave de la CELAC, frente a ese pronunciamiento vicentino, además de develar la esencia racista-antihaitiana de su pensamiento (cuidadosamente maquillada y o ocultada en situaciones anteriores), tuvo mucho de uso perverso del patrioterismo con fines demagógicos-populistas.
El coro mediático a continuación hizo explosión como parte de la corriente neo-nazi hegemónica en el país; corriente que a nivel de Estado ha copado la JCE, el TC, el TSE, el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo, las cúpulas militares-policiales y empresariales y el Comité Político del PLD, en el contexto de una dictadura institucionalizada.
29-01-2014, Santo Domingo, RD