<b>La comunidad científica es una creación de la Edad Media, a pesar de que sea buena la idea que muchos tienen de este período de la historia, la cual acusan de oscura, inquisitorial, a-científica. Quienes están en la acera del enfrente, creen tener argumentos para considerarla una época que más bien “parece un oasis de calma y paz”. </b>
La Universidad nació en ese período, principalmente bajo el patrocinio de la Iglesia, las primeras universidades fueron creadas a principios del siglo XII, en Bolonia. Y el intelectual medieval fue el organizador de la Comunidad Científica, si es posible plantearlo así. Su idioma, el latín, unió a los principales centros académico y científico, del naciente movimiento renacentista. Fue la época también de los cronistas lacios de su tiemp Wincenty Kadłubek, Santo Tomás de Aquino, Alberto Magno, éste último, en Colonia, convertido en profesor de la Sorbona.
Una Comunidad científica es igualmente una comunidad espiritual, propia de los hombres de conocimiento, siendo los de la Iglesia tan vinculados como los de la ciencia.
Por muchos años no nos planteados que las Academias superiores incursionen en la investigación científica, creando la llamada Comunidad Científica. La razón más clara es que no existe control estatal en las universidades.
Una Comunidad científica es un órgano académico y se define por las relaciones entre los docentes investigadores con el resto de docentes y autoridades y población estudiantil. La misión de dicha entidad es acompañar a los grupos de formación en su capacitación de estudios de Cuarto Nivel, y diplomados, pero perfectamente puede funcionar para toda la comunidad universitaria.
Dos son las áreas de la Comunidad científica: 1) La ciencia, y 2) La técnica.
Los miembros de toda Comunidad científica desarrollan su trabajo de las siguientes maneras: Trabajos de investigación en todas sus formas, artículos para revistas científicas,conferencias inaugurales, seminarios, propuestas y proyectos, asesoramientos a maestreando y post-graduandos, desarrollando bibliotecas para la Academia, entre otros. También es competencia de la Comunidad Científica formar asociaciones, desarrollar Congresos científicos. Para ser miembro de una CC es sufciente ser docente o estudiante de la academia, o aspirar a estudios o títulos de un nivel más alto que la licenciatura, así como también disponer de un proyecto de tesis o de investigación (por el tiempo que dure éste).
Finalmente, la Comunidad científica es un espacio ético para los investigadores, porque los estudios que puedan ser llevados a cabo, es para beneficiar a la sociedad. Nunca este fin está por debajo del interés colectivo.