SANTIAGO.- El Arzobispado de esta ciudad llamó a la ciudadanía a “no caer en el gancho” que, de acuerdo a su criterio, representa el hecho de que recientemente el Voluntariado por la Seguridad de Santiago (VOSES) destacó como algo positivo el que entre enero y agosto de este año hubo 30 víctimas menos que igual período del 2012.
A través del editorial del semanario Camino, vocero escrito de ese estamento de la Iglesia Católica, que circula desde este domingo en el país y que se titula “Bajemos esa cifra”, el rotativo religioso analiza las cifras dadas a conocer por dicho Voluntariado.
Aunque considera como “datos esperanzadores” dados a conocer por VOSES, con relación a la seguridad ciudadana que se vive en Santiago, Camino estima que se debe reflexionar sobre la radiografía de la violencia local.
Es entonces cuando comenta que “el número de muertos es alto y podemos caer en el gancho de conformarnos porque ha disminuido, estancándonos en esta posición y descuidando la búsqueda de mecanismos que la reduzcan a su mínima expresión”.
A su entender, el hecho de que entre enero y agosto pasado aquí hubo 112 muertes violentas y que el 70 por ciento se produjeron con armas de fuego “nos presenta una sociedad marcada por la falta de diálogo y en donde las diferencias se resuelven a tiros”.
Otro elemento que resalta Camino es la edad de los que cometen esos hechos de sangre, concluyendo en que se trata de una población joven.
“Ahí están los jóvenes ni-ni, los que no estudian ni trabajan; los que pasan las horas entre el ocio y la vagancia”, subraya, para de inmediato agregar que esos datos “son un reto para la sociedad dominicana, comenzando por quienes nos gobiernan”.
Luego de aconsejar que no se puede perder un minuto más en la búsqueda de vías de solución a esta crisis que sufrimos, el semanario católico precisa que “la violencia nos destruye e impide que nazcan el hombre y mujer nuevo que poblarán estas tierras en donde el día y la noche ya no sean un atentado contra la vida”.
Y aboga porque la cifra de muertes por hechos de violencia no solo disminuya en Santiago, sino en todo el país. Aunque reconoce que en otros puntos de la geografía nacional la inseguridad ciudadana es fuerte.
“Trabajemos cada uno desde la posición que ocupa para que la paz y el respeto nos acompañen a todos, y que no vivamos con el miedo permanente de ser atracado. Merecemos vivir en paz, y lo podemos lograr”, concluye.