(Rolling Stone, 20 de julio 2013).-La portada de Rolling Stone con la fotografía de Dzhokhar Tsarnaev, el presunto coautor del atentado contra el maratón de Boston, es ya sin lugar a dudas uno de los temas periodísticos del mes a nivel global, con opiniones para todos los gustos.
Huyendo de las palabras en caliente y como profundo conocedor del asunto, el periodista de Rolling Stone Matt Taibbi, que creció en esta ciudad estadounidense, ha sido una de las últimas voces en defender a la histórica cabecera.
“Si, efectivamente, fuéramos una publicación de celebridades y cotilleos, dedicada solo a las estrellas del rock y los iconos de la cultura popular de nuestro tiempo, esto significaría que nos habríamos decidido a impulsar las ventas e introducirnos en el mundo de las noticias poniendo este retrato al estilo Jim Morrison de un asesino en serie en nuestra portada. Eso en cualquier caso sería un asco y merecería toda esta crítica. Pero Rolling Stone ha estado en realidad en el entorno de las noticias y el periodismo de investigación desde sus inicios, de Hunter S. Thompson a Carl Bernstein a Bill Greider, pasando por Tim Dickinson, Michael Hastings, Mark Boal, Janet Reitman y yo mismo en los últimos años”, plantea Taibbi.
Para Taibbi, incluso de un tiempo a esta parte, cuando el periodismo de investigación ha ido “paulatinamente desapareciendo de manera dramática de los principales medios de comunicación de todo el mundo, el papel de Rolling Stone en este ámbito se ha amplificado. En otras palabras, ahora más que nunca tenemos fuerza en el ámbito del periodismo de noticias, en un negocio en el que la información es cada vez más escasa”.
Matt Taibbi recuerda, asimismo, que la misma imagen de portada de Rolling Stone ya fue utilizada el pasado 5 de mayo por el New York Times: “Pero no hubo reacciones ante aquella portada porque el Times es un medio de noticias. No todo el mundo sabe esto sobre Rolling Stone, y ahí es donde radica toda la controversia. Está bien para el Times, pero no está bien para Rolling Stone, porque mucha gente no entiende que Rolling Stone es también una publicación de noticias”.
Ahondando en esta reflexión, Taibbi plantea que los terroristas “son un hecho” en nuestra vida moderna, de manera que apuesta por “entenderlos para así poder detenerlos”. Eso sí, admite que hay una “fina línea entre la empatía y la simpatía, que todo periodista debe tener cuidado de no cruzar, puesto aunque no se puede entender a alguien sin empatía, hay que recordar en todo momento quien es la persona y qué hizo”.
“El autor del reportaje, Janet Reitman, hizo un excelente trabajo caminando esa línea, pero sin duda este tipo de enfoque va a ser inherentemente preocupante para algunos, porque se centra en el criminal y sus motivaciones, y no en sus víctimas y su sufrimiento”, reflexiona, al tiempo que subraya la importancia de mostrar al terrorista en portada como un muchacho aparentemente normal, como cualquier otro de su edad.
En la misma línea que Taibbi se ha expresado Peter Z. Scheer, editor de TruthDig y autor de un artículo publicado en Huffington Post, quien llama a "no juzgar por la portada" y pide una reflexión para ver lo que hay tras ella, afirmando que este revuelo "dice mucho sobre los prejuicicios y la inseguridad" de Estados Unidos.
Ante la conmoción causada por el reportaje, que también irá incluído en la edición española de la revista, a la venta el 25 de julio, el fundador y editor junto al equipo de Rolling Stone respondieron a la críticas argumentando que sus "corazones están con las víctimas del atentado" y que lo que pretende la portada no es ensalzar al asesino, sino "analizar las complejidades de este asunto y llegar a comprender mejor cómo ocurre una tragedia como ésta".