<b>El estudio de
Naciones Unidas que define inviable en lo social y en lo ambiental la
factibilidad de explotación de Loma Miranda, evita al país que “el daño sea
superior a los beneficios”.</b>
Así opinó el ingeniero
Guillermo Caram, economista y uno de los vicepresidentes del Partido Reformista
Social Cristiano (PRSC), tras la publicación del informe este jueves.
Caram,
entrevistado por Manuel Jiménez y Ángel Barriuso en Propuesta de la Noche por Digital 15, calificó
de “sabia” la decisión debido a que, por una parte, pone la pelota en la cancha
de Falcondo y, por la otra, favorece al gobierno ante una eventual negociación.
"En los temas de hidrología, biodiversidad,
aspectos sociales y económicos el estudio es general e incompleto con carencia
en el análisis de la línea de base y como consecuencia deficiencia en la
identificación y valoración de los posibles impactos que podría causar la
actividad minera", dice la experticia.
El PNUD concluyó que el proyecto es “superficial
e insuficiente” respecto a contaminación del agua y reducción del caudal sobre
Loma Miranda, pues previó cuatro ríos y se hallaron 40, como denunciaban los ecologistas,
el movimiento social, las organizaciones de izquierda y los religiosos que
hicieron resistencia a esa explotación.
Caram comparó el caso con el
apasionamiento que a él se le atribuía cuando insistía que Leonel Fernández
excedía la capacidad de endeudamiento hasta que un organismo imparcial como el
FMI estableció que la excedió en 10%.
El estudio sobre la minera dice que es deficiente también
en definir el área del proyecto y su influencia y respecto a la confirmación de
la línea de base de los diversos factores ambientales.
En otro orden el
economista sugiere al gobierno aprovechar los ingresos adicionales de la
renegociación con Barrick Gold y los US$1000 millones de bonos soberanos para disciplinar
el ámbito fiscal y hacer cambios en su estructura de gastos que es deficitaria
en esencia.
Citó que el informe de
ejecución presupuestaria registra un déficit menor al estimado por haber sido calculado
como porcentaje del PIB, cuando la partida amortización de deuda, pese a ser una
carga fija, se registra como aplicaciones financieras deducibles.
“Si se tomara la amortización
de la deuda, por ejemplo, y se la sumara a las demás cargas fijas del gobierno,
y se las comparara, no con el PIB sino con las recaudaciones, resultaría en un
déficit de 15%”, calculó.
Sobre el incremento de
recaudaciones dijo que no ha sido tan elevado porque salvo en abril hubo disminución
en febrero respecto a enero, en marzo respecto a febrero y también descenso en
las grandes partidas como el impuesto al alcohol y a los combustibles.
“Y para lograr sus metas de recaudación presupuestaria
el gobierno tuvo que recurrir a la ley de amnistía y pedir a los bancos un
anticipo de dos mil quinientos millones de pesos”, dijo Caram.