<b>SANTIAGO.- Miembros del Ministerio Público,
acompañados de integrantes del Nuevo Modelo de Gestión Penitenciaria y de la Dirección General
de Prisiones, allanaron ayer todos los pabellones del Centro de3 Corrección y
Rehabilitación Rafey-Hombres, decomisando drogas y objetos no autorizados y
celulares, entre otros artículos.</b>
Así lo informó esta mañana Ismael Paniagua, coordinador
nacional del nuevo modelo penitenciario, quien agregó que la normalidad ha
vuelto por completo a ese recinto, donde el domingo se produjeron incidentes
que provocaron heridas de perdigones a 18 internos.
Precisó que las requisas fueron dirigidas por
el sub coordinador nacional de seguridad de ese organismo, Marino Antonio
Popotel Toribio y que fue necesario extenderlas por casi todo el día de ayer,
logrando allanar todas las áreas reservadas para los internos.
Relató que fueron encontrados objetos
plásticos no autorizados, 22
gramos de una hierba que se presume marihuana, cuatro
celulares, 50 rasuradoras para afeitar, cuatro pequeños radios, tres chips para
celulares, tres encendedores y una cantidad de ropa superior a la que estos
están autorizados a utilizar.
“Podemos informar que definitivamente la
tranquilidad volvió a esa penitenciaría y que 17 de los internos heridos en las
trifulcas del domingo ya están de nuevo en el recinto”, sostuvo Paniagua.
Solo Lover Hilario Alcántara García, de 24
años, quien fue alcanzado por varios perdigones en la cara, se encuentra
recluido en el hospital José María Cabral y Báez, debido a lesiones sufridas en
su ojo derecho.
Las reyertas se iniciaron cuando el interno
Cristian Martínez Lora fue impedido de realizar una llamada telefónica fuera
del horario establecido para ello, por lo que agredió al vigilante y luego huyó
a su pabellón, donde hizo lo mismo con otros dos, acción que fue repelida por
los atacados, en lo que fueron respaldados por algunos de los reos, entre ellos
Alcántara García.
Ante ese escenario, las autoridades
resolvieron suspender la visita que recibían en esos momentos los reclusos,
provocando un rechazo de los internos que se hallaban en un salón multiuso,
alegando que la hora para despedirse de sus visitantes no había llegado, rompiendo
sillas y mesas, por lo que fue necesario que las autoridades dispararan al aire
para controlar la situación.
Según el relato de Ismael Paniagua, algunos de los internos lanzaron
piedras contra los agentes, hiriendo a dos de ellos, lo que provocó se agudizaran
los disparos, hiriendo a 16 de los reos.
Precisó que horas después se restableció el orden en el lugar y que
prácticamente todos los heridos están de nuevo en sus celdas, con excepción de
los dos que aún están recluidos en el hospital Cabral y Báez.
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