<b>SANTIAGO.- Solo dos personas se encuentran recluidas en el hospital
José María Cabral y Báez, de 18 que resultaron heridas con perdigones
disparados por vigilantes penitenciarios que ayer repelieron un incidente
ocurrido en el Centro de Corrección y Rehabilitación Rafey-Hombres, iniciado
por un interno porque se le negó realizar una llamada telefónica fuera del
horario habitual.</b>
Mientras tanto, la procuraduría general de la República concluyó cerca
de las 4:00 de la madrugada de hoy un allanamiento iniciado anoche en el Centro
de Corrección y Rehabilitación La
Isleta, de Moca, donde un grupo de ocupantes por segundo día
consecutivo volvió a provocar desórdenes.
Sobre los dos heridos en esta ciudad y que se encuentran en el referido
centro asistencial público de aquí, Ismael Paniagua, coordinador nacional del
nuevo modelo penitenciario, dijo que están fuera de peligro.
Un tercero, quien fue alcanzado por perdigones en la cara, fue atendido
allí y devuelto a la penitenciaría, con el compromiso de que lo llevaran hoy
para terminar con la asistencia médica que le prestan.
De acuerdo a su relato, los hechos se iniciaron cuando Cristian
Martínez Lora, condenado a 20 años de prisión por haber asesinado a un hombre
conocido como Alex el Pelotero, y que formaba parte de la red de
narcotraficante liderada por el boricua José David Figueroa Agosto, reclamó se
le permitiera llamar por teléfono en hora de visita, lo que está prohibido.
Esto provocó una reacción agresiva de su parte, agrediendo físicamente
al agente penitenciario que se negó a complacerlo, tras lo cual corrió hacia el
pabellón donde guarda prisión, ubicado en el segundo nivel del recinto, donde
intentó agredir a otro uniformado, quien se vio en la necesidad de disparar su
escopeta hacia el suelo.
Los perdigones hirieron en los pies a dos internos que intentaban
controlar a Martínez Lora y, ante ese escenario, las autoridades resolvieron
suspender la visita que recibían en esos momentos los reclusos, provocando un
rechazo de los internos que se hallaban en un salón multiuso, alegando que la
hora para despedirse de sus visitantes no había llegado, rompiendo sillas y
mesas, por lo que fue necesario que las autoridades dispararan al aire para
controlar la situación.
Según el relato de Ismael Paniagua, algunos de los internos lanzaron
piedras contra los agentes, hiriendo a dos de ellos, lo que provocó se
agudizaran los disparos, hiriendo a 16 de los reos.
Precisó que horas después se restableció el orden en el lugar y que
prácticamente todos los heridos están de nuevo en sus celdas, con excepción de
los dos que aún están recluidos en el hospital Cabral y Báez.
CASO DE LA ISLETA
Paniagua dijo que, por segundo día consecutivo, anoche fue necesario
intervenir nuevamente el Centro de Corrección y Rehabilitación La Isleta, de Moca, donde en
la víspera se produjeron desórdenes, porque a uno de los internos lo
sorprendieron con droga.
Indicó que desde afuera alguien le lanzó un paquete al interno
conteniendo la droga y que, al ser descubierto, sus compañeros comenzaron a
protestar, haciendo escándalo en las persianas, lo que motivó que anoche las
autoridades sacaran al patio a los más de 900 internos, para luego proceder a
requisar los pabellones que ocupan.
Como consecuencia de ese desorden, se decidió sacar de allí a 76 de los
internos y trasladarlos a diferentes cárceles, entre ellas las ubicadas en el
15 de Azua, San Francisco de Macorís y Mao.
Para poder realizar las requisas fue necesario utilizar unidades
caninas y agentes penitenciarios al servicio de la procuraduría general de la República, labor que
concluyó a eso de las 4:00 de la madrugada de este lunes.
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