<P>Expreso mi más absoluta condena a todo acto violento, no importa el autor, fuerza e ideología que loinspire o genere. A los violentos hay que cerrarles el paso, para que no ocasionen tanto dolor y muerte. La violencia no se puede visualizar en el futuro de la humanidad, que aspira a vivir en paz y alcanzar la plenitud desu felicidad. Creo en un mundo donde las armas sean las ideas, y el llegar a ser, ser-humano, la meta esencial de la vida.</P>
<P>Lamuerte evitable es inaceptable,porque duele, porque es inmoral, porque constituye un no rotundo a la vida. Bajo esta premisa, lleno de rabia, condeno la muerte del coronel de la Policía Nacional, Julián Suárez Cordero,evento terribleacontecido en los alrededores de la UASD, al tiempo de expresar mis más profundas condolencias a sus familiares y relacionados. Jamás debió haber ocurrido esta pesadilla; jamás deberá acontecer en el porvenir.</P>
<P>¿A quién sirve esta muerte? A ninguna causa humana, a ninguna causa justa. ¿Por qué lo hicieron? Por resentimiento, odio, o por ser desaprensivos e irresponsables. Son escorias deshumanizadas, que habitan en las cavernas, donde no llega la luz del sol y de la vida. </P>
<P>Responsablemente les niego toda excusa y justificación; pero hanestado yestarán ahí los responsable sociales de esa acción. También, están los encargados de darle seguimiento a grupos e individuos enfermos, a fin de que no propicien tragedias humanas lamentables. Es consustancial al Estado moderno la existencia de organismos de inteligencia y espionaje, que den seguimiento a grupos y personas considerados peligrosos. No digo que algo no se escape, pero la racionalidad instrumental y el control de las personas, forma parte de la agenda cotidiana del mundo en que vivimos. ¿Qué pasó?</P>
<P>Por ahí se escucha que hay que derogar la autonomía de la UASD, por este acontecimiento terrible que nos duele y afecta a todos. Es como declarar la inviabilidad del Estado dominicano porque no controla la violencia social; o también: hay que retornar al coloniaje de España, porque 169 años después, no han desparecido las causas de la miseria material y espiritual del pueblo dominicano. </P>
<P>Cuidad a la muerte se le responde con la vida. ¿Por qué aprovechar esta tragedia para matar la UASD? ¿Por qué aprovechar esta acción cavernaria y oscura para apagar el faro de luz que constituye la Primada de América? Hay personasy grupos que no miden sus acciones, es evidente también la existencia de los que no miden sus palabras.</P>
<P>Si millones de personas al interior de la República Dominicana pierden la mesura y el equilibro, unos, con sus hechos, y otros, con su mal-decir, tendremos como resultado una gran sociedad de la muerte.</P>
<P><STRONG>El autor es decano de la facultad de Humanidades de la UASD.</STRONG></P>