Quito, 24 abr (PL) El deterioro físico del planeta pone en riesgo la
supervivencia de la Humanidad y es indispensable una racionalidad tanto
teórica como práctica, destacó hoy el dirigente ecuatoriano Fander
Falconí al fundamentar el concepto del socialismo del Buen Vivir.
Al inaugurar el Seminario Internacional sobre este tema en la Facultad
Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), el titular de la
Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades) analizó
las causas de la actual crisis mundial.
El mundo contemporáneo vive en la actualidad una crisis de civilización,
afirmó Falconí, tras precisar que no se trata de algo pasajero que
pronto encontrará una solución para su alivio.
La crisis es civilizatoria y entra en los dominios de la sociedad, la naturaleza y la cultura, dijo.
Ya no es posible hablar sólo de una crisis económica que golpea a una
parte del mundo, sino de algo mucho más profundo, que se ha ido
acumulando con el tiempo y hoy es evidente que está fuera de control,
subrayó Falconí.
La crisis actual del capitalismo es una consecuencia de la extrema
libertad otorgada por el gobierno estadounidense a su sistema financiero
local -como extensión de la ideología neoliberal- y del libertinaje del
que goza el capital financiero a nivel mundial, recalcó.
Al otro lado del Atlántico, muchos países europeos fracasan. Europa está
buscando de manera desesperada espacios comerciales y lugares de
inversión para aliviar su crisis, comentó.
Es claro, advirtió, que a las naciones del Norte no les conviene
negociar con bloques regionales con una respuesta conjunta a una
competencia desigual en los mercados.
Los mercados gobiernan el mundo junto con el capital financiero, las
reglas se imponen y los instrumentos comerciales se convierten en trabas
al principio del socialismo del Buen Vivir, afirmó para enfatizar que
aquí se juegan los verdaderos derechos de los pueblos.
Si no tomamos la iniciativa del pensamiento, en los diálogos, la acción
política, con iniciativas regionales, poca fuerza tendremos para generar
vientos nuevos y creadores, enfatizó Falconí.
El capitalismo financiero tiene límites estructurales para la nueva
sociedad, el Buen Vivir por su lado, es el tránsito para construir una
verdadera sociedad para todos, enfatizó.
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