EL CALICHE, Manoguayabo.-Sin duda alguna, este pequeño
barrio de Santo Domingo es posiblemente uno de los más tranquilos del Gran
Santo Doming no hay drogas, ni ladrones conocidos, la violencia no existe y
los vecinos se protegen mutuamente, con una solidaridad poco común.
“Este es uno de los barrios más seguros de toda la República”, afirma
convencido Pedro Marrero, dueño de un pequeño colmado de El Caliche. Sus
habitantes son pobres en su mayoría, pero abundan muchos de clase media.
Es un sector alegre, pero no bullanguero. Los vecinos
hacen sus fiestas con moderación, sin molestar a sus pares. Hay quienes dejan
los vehículos amanecer al aire libre, sin riesgo de que se los roben.
La energía eléctrica raras veces se suspende y el
suministro de agua es dos veces a la semana, de manera que pocas veces falta en
los hogares, porque quienes no tienen tinacos o cisternas la ahorran.
En sus ratos libres, algunos vecinos aprovechan para
jugar dominó sin temor a ser atracados, mientras los niños corretean o montan
bicicletas sin riesgo de ser atropellados por algún auto.
No hace mucho, se descubrió que dos jovenzuelos con antecedentes de robo fueron sorprendidos “in fraganti” mientras
una madrugada desmontaban la batería de un automóvil. Los vecinos, que duermen
con un ojo cerrado y otro abierto, broncos como una guinea tuerta en un
guayabal, “por si acaso”, atraparon a los jóvenes y los entregaron a la Policía. Los ladroncitos
no eran de El Caliche, sino de otro sector.
Ese es uno de los pocos casos ocurridos en los últimos
tiempos en El Caliche, que según viejos residentes “tiene poco más de cien años
de fundado”. Entonces existían solo algunas casuchas y los propietarios se
dedicaban mayormente a la ganadería. Hace menos de 50 años existía una laguna,
en el lado sur, donde abundaban las
hicoteas, peces y aves migratorias, pero la expansión del barrio la mato. Hoy
es un basurero.
El barrio colinda con Las Caobitas (una extensión de Las
Caobas), pero además con Villa Aura, en residencial don Gregorio y la entrada a
Manoguayabo.
En el barrio se celebra todos los años (próximo domingo
después de Semana Santa) la fiesta de La Divina Misericordia,
a la que asisten los más altos ministros
de la iglesia a celebrar la misa.
La celebración de la misa a la Divina Misericordia
en abril del año pasado estuvo a cargo de su excelencia Timoty Broglio,
representante del Papa en República Dominicana.
En otras ocasiones ha sido el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez
quien ha encabezado los oficios religiosos. Los habitantes de El Caliche, son mayormente
católicos practicantes, aunque como sucede en otros lugares hay miembros de
otras congregaciones religiosas.
El Caliche
parece un pequeño campo dentro de la barahúnda de la ciudad. Es un sector bien
arbolado, donde de madrugada y por las noches solo se escucha el canto de los
pajaritos. Las palomas abundan, pues los vecinos suelen echarles maíz, pero
nadie se atreve a capturar o matar una para comérsela.
Hay también
bandadas de pequeños gorriones, que se dejan caer por los patios, dando
graciosos saltitos, en búsqueda de comida. Ocasionalmente aparecen algunas tórtolas, rolitas y “pájaros bobos”,
hermosos, lentos para volar de un árbol a otro, secos de carne pero con abundantes plumas.
Los límites del municipio
Santo Domingo Oeste, donde queda El Caliche, son al Norte, el Municipio de Villa Altagracia; al
Sur, el Mar Caribe y la
Avenida Gregorio Luperón; al Este, la autopista Duarte y el
municipio de Santo Domingo Norte, y al Oeste, el Municipio de San Cristóbal.
Santo Domingo Oeste tiene
363,321 habitantes, según el Censo Nacional de Población y Familia de 2010.
En 1919 la población de
Manoguayabo era de 593 personas: Mucho más
distante de la ciudad, estaban Hato Nuevo y sus sitios la población de todos
esos lugares juntos sumaban 974 personas. (Frank Moya Pons, revista Rumbo, del
31 de julio al 6 de agosto de 1996).
“Todavía hoy es posible
observar el carácter sub-urbano de algunos de estos lugares, a donde han
llegado las modernas urbanizaciones sin eliminar del todo algunas de las
grandes fincas que antes dominaban el paisaje rural.
Todos los campos que
rodeaban la capital de la
República estaban poblados por gentes de color. La mayor parte de esta población era negra,
descendiente de los esclavos de los antiguos ingenios coloniales de la zona”,
añade el historiador
.El Municipio
Santo Domingo Oeste, ocupa la parte Oeste de la ciudad de Santo Domingo,
situado en la margen oriental del Río Haina, conserva varias ruinas de la época
colonial, entre ellas el llamado Palacio de Engombe, hoy totalmente abandonado.
Sus primeros
poblados surgieron en los años de 1606, con los esclavos que salieron de los
ingenios que comenzaron a operar en la colonia por los años de 1534, según datos
obra “Relaciones Históricas de Santo Domingo” de Emilio Rodriguez Demorizi, Ciudad Trujillo, 1957..
El municipio Santo Domingo Oeste surge
mediante la ley 163-01 del 16 de octubre del año 2001, con una extensión
territorial de 241.58 kms. cuadrados y una población en la actualidad de
596,000 habitantes.
La demarcación de Santo
Domingo Oeste, de los siete municipios del Gran Santo Domingo, es la que concentra la mayor cantidad de industrias,
ubicadas principalmente en el sector de Herrera, el más poblado y
económicamente dinámico de esa jurisdicción.
Tiene en sus tierras los
ríos que alimentan al acueducto de la capital y las mejores intenciones de
utilizar estas ventajas relativas para convertirse en un municipio modelo. Pero
su gobierno local carece de un plan estratégico que viabilice su expansión y
permita concretizar estas aspiraciones.
(*) Nota: el
autor reside en El Caliche.