<b>Tras meses de forcejeo y negociaciones entre la Casa Blanca y el Congreso, las partes cedieron posiciones para un acuerdo que asegura que la reducción del déficit comprenderá recortes a los gastos y aumentos de las tasas para los estadounidenses más pudientes.</b>
Washington, 1 ene (PL) Demócratas y republicanos en Estados Unidos cedieron posiciones para un acuerdo que evita el llamado abismo fiscal, dijeron hoy fuentes oficiales.
Tras meses de forcejeo y negociaciones entre la Casa Blanca y el Congreso, las partes cedieron posiciones para un acuerdo que asegura que la reducción del déficit comprenderá recortes a los gastos y aumentos de las tasas para los estadounidenses más pudientes.
Durante la madrugada senadores demócratas y republicanos acogieron una iniciativa que permitió evitar el alza impositiva general y los recortes a los programas del gobierno con 89 votos a favor y ocho en contra.
Declaraciones del presidente Barack Obama citada por televisoras locales sostienen que de esta forma se evita un incremento de impuestos para el 98 por ciento de los estadounidenses y para el 97 por ciento de los dueños de pequeños negocios.
La acción de los legisladores impidió las alzas de impuestos al iniciar 2013 y postergó los recortes automáticos del gasto público que algunos expertos estimaban provocaría que la economía estadounidense entrara en un periodo de recesión.
Según la televisora CNN, la Cámara de Representantes, dominada por los republicanos, considerará la iniciativa hoy durante una reunión al mediodía (17:00 GMT).
De salir adelante, el plan solo se producirá una subida de impuestos para aquellas personas que ganan más de 450 mil dólares al año, sin embargo la mayoría de la población estaría protegida.
Con esta acción legislativa se postergan por dos meses los recortes automáticos a las agencias gubernamentales por unos 109 mil millones dólares aunque se plantea un nuevo choque entre demócratas y republicanos para finales de febrero.
Ahora le toca al líder de la Cámara de Representantes, John Boehner, impulsar a la mayoría republicana a votar a favor del arreglo.
No obstante el avance, este ayuda poco a controlar el déficit presupuestario anual que mantiene la deuda estadounidense en cerca de 16,4 billones de dólares.
