<b>Desde tiempo lejanos se nos viene hablando de que la prensa es un aliado importante para emprender acciones positivas en beneficio de la colectividad y una especie de vigilante permanente, especialmente por sus características propias de reproducir el mensaje de manera rápida y masificada.</b>
Históricamente han sido muchos los casos de periodistas en el mundo que inclusive han pagado con sus propias vidas el precio de ejercer dignamente y con niveles de independencia la que es sin duda una de las profesiones más fascinante, impactante e influyente en la vida moderna.
En la República Dominicana hay registrados nombres de destacados periodistas que sacrificaron sus propias vidas en aras de la defensa de los mejores intereses del país. Incluso, está viva una generación de sobresalientes hombres y mujeres de la pluma que afortunadamente pudo escapar de las terribles presiones a que fueron sometidos por sectores de poder desde mediado de la década del sesenta y toda la del setenta.
El periodismo particularmente el escrito ofrece un abanico de ventajas y oportunidades para quien lo ejerce; es en la práctica un espacio valioso y privilegiado porque nos permite llegar a una dimensión de público ilimitable, mayormente ahora con la Internet.
Diversos teóricos de la comunicación moderna reconocen el poder de influencia que ejerce la prensa entre la comunidad.
¿Quién puede vivir actualmente de espalda a las estructuras mediáticas? Ni siquiera el ciudadano o ciudadana más humilde escapa a la difusión de una noticia en radio, televisión o prensa escrita.
El célebre Premio Nobel de Literatura, el colombiano Gabriel García Márquez, define el periodismo como el mejor oficio del mundo. Al mismo tiempo, proyecta el periodismo escrito como un género literario al que se debe prestar el debido cuidado tanto por su forma como contenido.
Este aspecto nos coloca en el eje central de la reflexión que queremos exponer en este articulo, en un momento en que muchos entienden oportuno un replanteo del contenido general de las estructuras comunicacionales dominicanas.
¿Por qué no estructurar y difundir un mensaje más positivo, constructivo y edificador?
En ese sentido, la radio, televisión y prensa escrita de la República Dominicana pueden y deben abocarse a la difusión de mensajes de orientación hacia la población con miras al rescate de nuestros recursos naturales; preservación del medio ambiente, fortalecimiento institucional, respeto a los símbolos patrios, unificación de la familia, conservación de nuestros valores históricos y culturales así como contribuir para que haya menos violencia, destrucción, delincuencia y menos corrupción en esta hermosa Isla del Caribe.
¿Cómo hacerlo? Sencillamente, sin tener que renunciar a la tradicional agenda informativa de cada día se pueden intercalar segmentos, cápsulas y sesiones fijas de orientación y educación a la ciudadanía para que tengamos un mejor país, una patria de la que todos estemos orgullosos. Recordemos, por ejemplo, el amor y respeto que tienen los habitantes de China y Japón por sus respectivos territorios. ¿Por qué no hacer lo mismo en la República Dominicana?
Loa líderes y constructores de opinión pública que tienen el privilegio de interactuar cotidianamente en las estructuras comunicacionales cargan sobre sus hombros con una gran responsabilidad, a las que no deben renunciar. De ahí, que debemos ser más cuidadosos, más profesional, más educador al momento de hacer uso de un micrófono o de escribir. Es diametralmente contraproducente que en la época de mayor esplendor tecnológico el contenido del mensaje haya descendido por lo menos en el país, a niveles tan bajos, que ya representa una seria preocupación en amplios sectores de la sociedad.
Desde que amanece hasta que nos vamos a la cama cansados por la larga jornada del día, es común escuchar expresiones descompuestas, violentas e indecentes en la radio y la televisión dominicana. La creatividad e innovación no tienen límites, solo hay que cultivarlas. Hagamos uso de ellas en los medios de comunicación antes de que sea tarde, si es que deseamos tener un país donde reine la justicia, el amor y el respeto entre todos.
DiarioDigitalRD
Miércoles, 12 de diciembre del 2012