<b>En cualquier
otro país del mundo el comunicado del Fondo Monetario Internacional (FMI)
habría provocado, mínimo, la renuncia o cancelación del equipo económico
completo del gobierno y el sometimiento a la justicia de los responsables,
directos e indirectos, del hoyo fiscal, superior al 8 por ciento del Producto
Bruto Interno, mucho mayor que el provocado por la quiebra bancaria del 2003, y
por el cual se encuentran en la cárcel los principales responsables. </b><br>
Si el
Procurador General de la República, mi querido y dilecto amigo Francisco
Domínguez Brito, quiere saber si procede el sometimiento a la justicia del ex
presidente Leonel Fernández y de muchos de sus colaboradores, sólo tiene que
leer detenidamente el documento del FMI. Es lo que llamaría “una denuncia
querella” contra los implicados en el “hoyo fiscal”.
Estas palabras del FMI deben
servir de base para cualquier acción legal: “una gran proporción del
gasto público se ejecutó por encima de las apropiaciones presupuestarias
correspondientes, reduciendo así la transparencia de las operaciones
presupuestarias”. También
el FMI habla del desbordamiento del gasto. Es obvio que se violó la
Constitución y la Ley de Presupuesto, entre otras leyes.
El déficits
de 187 mil millones de pesos no es resultado de la crisis económica
internacional porque estábamos “blindados”, es resultado del gasto excesivo,
del derroche, de la francachela, del robo, de los 40 mil millones que el propio
Leonel dijo en Nueva York que gastaría para imponer, como en efecto, al
candidato de su partido porque le garantizaba impunidad.
Es por eso
que Danilo no le cobra a Leonel y su gente. No tiene calidad moral porque el
maletín de los gallegos que dijo haber encontrado con facturas por pagar,
también eran suyas. Parte del dinero del déficits lo utilizó Leonel para
comprar las elecciones del pasado 20 de mayo.El dinero del Estado que sirvió para vencer a Danilo cuando enfrentó a
Leonel en las primarias de su partido ahora se utilizó a favor de Danilo para
derrotar a Hipólito. (Danilo no rechazó el dinero del Estado que estaba siendo
utilizado a su favor, al contrario, pidió que le quitaran el “palo encebao” que
significaba el aumento de los combustibles todas las semanas)
Esa es la
razón por la cual Danilo no le cobra a Leonel y su gente. Es por eso que se
opone a que el Ministerio Público actúe en contra de los desfalcadores del
Estado.Quiere montar un circo con Félix
Bautista y Amable Aristy Castro porque resulta simpático, porque la opinión pública puede entretenerse
con esos casos.
Félix
Bautista no hizo nada que no fuera autorizado y apadrinado por su jefe
político. No fue Félix Bautista el que envió dinero a candidatos presidenciales
de otros países; no fue este personaje el que negoció con la SundLanlos 130 millones de dólares que nadie sabe
dónde están, ni quién los tiene. Félix Bautista no puede caer solo.
El jefe de
la administración pública es el presidente de la República. No Félix Bautista.
El jefe de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional es el presidente de la
República, no Félix Bautista. El jefe del cuerpo diplomático, que Danilo no
quiere tocar, es el presidente de la República, no Félix Bautista. El dueño del
cuerpo del delito (así llaman ahora la Fundación Global) que tiene una cancha
de baloncesto con tabloncillo porque su dueño juega ese deporte, no es Félix
Bautista.
Leonel dijo
que Félix Bautista era “como un hijo”, al que le dio poderes extraordinarios.
No se puede, pues, condenar a uno y al otro no. El payaso debe correr la misma
suerte que el dueño del circo.
Los
responsables del hoyo fiscal que lo cubran con su dinero, que mucho tienen. El
Ministerio Público solo tiene que, tomar como base el comunicado del FMI,
aplicar el artículo 146 de la Constitución de la República. Y proceder a
incautarle los bienes a todos los que no puedan explicar la procedencia lícita
de los mismos. Y proceder luego a una subasta pública. Así se cubre el
déficits. También eliminando las botellas, saneando y racionalizando el gasto
público. No poniendo a los pendejos a que paguemos más impuestos.