<b>El
economista Bernardo Fuentes considera que definitivamente la reforma tributaria
tendrá un impacto considerable sobre el consumo de la clase media y alta debido
a que incrementará el precio de la canasta a esa población en particular.</b>
Recordó
que el propio gobierno reconoce el impacto de la reforma al tratar de proteger
de sus efectos a los pobres, aunque en su opinión prevé que “al final del día
todos la vamos a sentir”.
Entrevistado
en Propuesta de la Noche por Digital 15, el economista dijo que debido a que
sólo el gobierno dispone de información para hacerlo, no puede medirse con
exactitud el peso de la carga.
Empero
dijo que una proyección permitiría establecer que el efecto del incremento del
Itebi y la inclusión en el mismo de bienes que no estaban gravados impactará de
manera significativa como en el caso del gravamen a la gasolina.
En
cuanto al costo para el país de no hacer la reforma previó que ello implicaría
reestructurar la deuda que entre sus
consecuencias estaría el cierre de casi todas las puertas al gobierno.
Recordó
que el gasto proyectado para el año próximo es de casi cien mil millones más
que el de este año, por lo que fuera de los números “tendrá que haber algo más
que se pueda hacer”, aunque sea para dar un ejemplo.
Comentó
que ahora la importancia del debate sobre la reforma tributaria es su relación
con el presupuesto que deberá entrar en vigor en enero próximo, debido a que
las proyecciones oficiales de déficit para este año son de RD$155 mil millones,
“uno de los más preocupantes de nuestra historia”.
Fuentes
explicó que si se asumen las proyecciones de recaudaciones oficiales y las
medidas de ahorro, dicho déficit seguirá siendo todavía muy elevado, de casi
cien mil millones, alrededor del doble del de 2011.
“Entonces,
la discusión del presupuesto es fundamental para tratar de identificar las
fuentes, de dónde saldrá ese dinero, quién suplirá esos recursos”, comentó.
Previó
que si el gobierno se viera forzado a buscar esos recursos internamente
presionaría hacia arriba la tasa de interés, lo que no es recomendable, debido
a que la reforma fiscal también generará presión.
Agregó
a ello el déficit eléctrico que implicará un subsidio proyectado similar al de
este año de mil 200 millones de dólares, situación que consideró tendrá que ser
afrontada en algún momento de las negociaciones con el Fondo Monetario.
De
ahí que consideró fundamental determinar de dónde será financiado el
presupuesto y establecer qué hará el gobierno con los ingresos previstos, si
realmente destinará el 4% del producto a educación.
Dijo
que lamenta mucho que luego de que el presidente Danilo Medina presentara al
Consejo Económico y Social su pacto de reforma fiscal y el CES hiciera la
contra propuesta de reducir aun más el gasto, el gobierno cerrara las
discusiones y llevara su proyecto al Congreso.
Recordó
que la economía crece por debajo de su nivel potencial y el sector empresarial está
bajo la presión de una caída en las ventas en relación con el volumen del año
anterior pero su estructura de costos sube y determinará un incremento del
desempleo tarde o temprano.
Explicó
que la caída en las ventas será mayor cuando las medidas tributarias entren en
vigor debido a que tienen un impacto recesivo sobre la economía que limitará la
capacidad de consumo.
Empero
reconoció que la apuesta del gobierno es que ese impacto recesivo por el
aumento de impuestos será menor que el que tendría la reducción del gasto del
gobierno sobre una economía con un déficit de 155 mil millones.