El diputado y dirigente político
reformista Ito Bisonó manifiesta que espera de Danilo Medina, cuando asuma el
poder este 16 de agosto, que integre un gabinete cuyos funcionarios no se
enriquezcan con el presupuesto del país, como los actuales.
Considera que la disyuntiva que reta
al nuevo gobernante será cambiar o mantener el diagnóstico del Foro Económico
Mundial, de que heredará de Leonel Fernández uno de los tres gobiernos más
corruptos del mundo.
“Lo que sí es seguro después que se
juramente es que vendrá una reforma tributaria para cobrar más impuestos a los
contribuyentes para tapar el hoyo de 128 mil millones de pesos de déficit que
le dejará Fernández”, dijo.
Para Bisonó, entrevistado en
Propuesta de la Noche, por Digital 15, es un hecho que el nuevo gobierno tendrá
que firmar con el Fondo Monetario un acuerdo cuya primera condicionalidad sería
subir la tarifa de electricidad a sus usuarios.
Dijo que entre tanto pocos perciben
que el gobierno saliente maneja el presupuesto de manera tal que sus
consecuencias benefician a un pequeño núcleo de funcionarios.
“Con eso es que tendrá que lidiar el
nuevo presidente, por tanto lo ideal es que él envíe un mensaje claro al país
cuando asuma, de que los funcionarios que integrarán su gabinete serán
diferentes”, aconsejó.
El político y diputado considera que
en ocho días, cuando Medina asumirá el poder, debía proponer tomar medidas que
reduzcan el alto déficit fiscal del gobierno, que contengan el incremento de la
delincuencia, que resuelvan la crisis en el servicio de electricidad, el auge
del narcotráfico y la inmigración haitiana.
En cuanto a la actitud que asumirá
su partido frente al nuevo gobierno dijo que espera que sea una oposición que
respalde las medidas oficiales que resulten beneficiosas para el pueblo y las
propuestas de otros partidos de oposición con igual sentido.
Reconoció que su partido en los
últimos años se ha deteriorado como estructura al participar en este y en
pasados comicios como aliado en unos casos del Partido de la Liberación
Dominicana y del Partido Revolucionario Dominicano.
Fustigó que en uno y otro caso esas
alianzas no estuvieran condicionadas en la futura aplicación por el ganador de
políticas públicas beneficiosas para el pueblo sino en negociaciones de cargos
estatales administrativos.