La Universidad Autónoma de Santo Domingo
(UASD) arrastra, producto de 50 años de irresponsabilidad gubernamental, un
déficit financiero histórico.
Cuando, según la ley de autonomía, a nuestra academia le correspondía 21,000
millones de pesos, el gobierno sólo entregó poco más de 5,000 a pesar de los
insistentes reclamos, bien justificado en necesidades concretas y reales, que
hicieron nuestras autoridades.
No conforme con esto, por segundo año consecutivo se deja fuera a la UASD del
presupuesto complementario a pesar de que en amabas ocasiones se distribuyeron
miles de millones para educación, obviando de manera descarada que la Primada
de América es el único y autentico símbolo de educación superior estatal que tenemos
y que por demás tiene bajo su responsabilidad más del 50% de matricula
estudiantil de nuestro país.
En esta oportunidad la rectoría solicitó ser incluida en dicho presupuesto con
800 millones de pesos para resolver problemas puntuales, urgentes, como lo es
la seguridad social de los servidores universitarios ya que un capricho
irresponsable del superintendente de seguros inhabilitó nuestra ARS.
Ante esta negativa del superior gobierno de auxiliar económicamente a la UASD
¿qué deben hacer las autoridades? ¿Cerrar las puertas de la universidad a los
estudiantes?
Contrario a esto, y bajo en principio de que si bien es cierto que no es justo
que los que no tienen recursos paguen, no menos injusto sería que aquellos que
si pueden aporten, el Consejo Universitario dispuso la actualización de las
tarifas en los servicios estudiantiles, incluyendo en el valor de los créditos
para los estudiantes de nuevo ingreso (debió ser para todos). Una medida
provisional, para ser revisada en dos semestres y que permitiría a la UASD
mejorar los servicios estudiantiles que se ofrecen ya que Leonel sólo le ha
interesado invertir en la UASD en obras de infraestructuras que le deje grandes
beneficios la camarilla de corruptos que él encabeza, patrocina, y de la cual, por
supuesto, se beneficia.
Del mismo modo, el Consejo Resolutó que ese dinero sería especializado y que se
usaría exclusivamente en las necesidades prioritarias de los estudiantes:
a) Compra de butacas, escritorios y pizarras para aulas.
b) Construcción y equipamientos de laboratorios.
c) Mantener el subsidio al Comedor Universitario
d) Reserva para el mantenimiento de los equipos de informática.
e) Mejorar la calidad de los servicios del Registro Universitario.
f) Equipamiento y mejora de las instalaciones de la Residencia Estudiantil.
g) Mejora de los Servicios Bibliográficos.
Se ha autorizó, inclusive, que aquellos que no cuenten con el dinero para
pagar, pasen por Bienestar Estudiantil donde se le otorgará un crédito
educativo con miras a convertirse en asistencia social permanente.
Recordar
como le fue posible a Porfirio García la Construcción del edificio de
la FED, Asdrubal Dominguez, ayudaría a concienciar a muchos.
Neville Alexander Carmona (Neo)