Westchester, NY.- No somos los dominicanos,quienes por aupar a uno delos “nuestros”, vamos a desconocer, por impulsos patrioteros, los meritos de quien se ha ganado la admiración incondicional de la comunidad negra y latina de Nueva York.
Charles Rangel es una figura única de las minorías, ha echado mil batallas desde el Congreso de la nación, desde su participación en las luchas por los derechos civiles hasta las intratables bregas del día a día para asegurar beneficios evidentes para nuestras comunidades.
Por décadas este político ha representado con denuedo y esfuerzodesde el Congreso a los constituyentes, convirtiéndose en un político histórico y emblemático luchando desde diversas trincheras a favor de las comunidades que representa.Debemos preservarlo yno tirarles a palomas que están volando.
Sería un despropósito, que por el hecho de sentir o suponer débil electoralmente a Charles Rangel,ya sea por sus cacareados inconvenientesde orden éticos,desconocer a rajatabla, que tieneincuestionables meritos.
Además de inconsciente, morder su mano es de alta mala fe. De que serviríaa la comunidad dominicana acceder a este tipo de poder vía una mordida con tan malos dientes, aprovechando momentos y circunstancias del otro, cuando ese otro es un octogenario Rangelque desde el Congreso de los Estados Unidos se ha manejado con buena fe, distanciándose de las argucias políticas de ventorrillo y expandiendo el abanico del poder político de la Gran Manzana hasta los dominicanos.
Y de eso existen demasiadas pruebas: agencias de servicios, clubes políticos, estructuras de distribución de fondos y poder para los latinos, enlaces a favor de los derechos civiles, inyección de recursos a organizaciones quisqueyanas, anfitrión para los diálogos entre los partidos tanto de RD como de USA para que entre los dominicanos de allá y de aquí exista, una verdadera relación transnacional, no de victimizacióndiaspórica.
Rangel representa una suma de esfuerzos a favor de que se respeten los derechos de losque hemos emigrado a este país, su derecho al trabajo, a la educación y la salud.Cierta decencia debía indicarnos que como dominicanos, no debemos alcanzar el poder con zancadillas, con puñaladas traperas, amparados en una teatralidad de un poder étnico que alardea de una dominicanidad que intenta desplazar de su sitial a una figura emblemática como Charles Rangel.
Manipular su palabra respecto a tópicos tan delicados como el servicio militar obligatorio, distorsionando sus posiciones al respecto para una comunidad que tiene mucho camino por andar, no es ni apropiado ni decente, y en política a eso se le llamagolpe bajo. Especialmente porque hubo un cierto armisticio entre los aspirantes demócratas a su curul,de no atacar directamente al condecorado veterano de la guerra de Corea. Se hablo de establecer los desafíos bajo otraspremisas, sin lastimar ni usar las típicaszancadillas ni el uso de contra propaganda.
Esto fue lo que Rangel dijo en el 2007 relativo a sus propuestas legislativas en cuanto al servicio militar obligatori "Es hora de que todos los estadounidenses - incluyendo a los ricos - se les dé la oportunidadde demostrar su patriotismo y, saludar a la bandera cuando se va hacia arriba y defender a su país en tiempos de guerra”.
Charles Rangel merece respeto por su visión, su valentía,su “corazón púrpura”, la medalla con la que fue condecorado por cumplir la meta aun estando herido, por desarrollarestrategias e inventivas que se adaptaron muy bien al contexto en que se desarrollo la guerra de Corea, liderando un grupo de soldados contra el enemigo.Rangel representa al Distrito Congresional de Nueva York número 15. Es su miembro más antiguo, por lo que es el Decano de la delegación de Nueva York en la Cámara baja.
En enero de 2007, Rangel se convierte en el primer africano descendiente de padre puertorriqueño y madre africana en ocupar laPresidencia del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantesfederal. (United States House Committee on Ways and Means), y miembro fundador de Caucus Negro.
Charles Rangel es un ser admirable por su sentido de paternidad que lo inspira para con toda la familia de su distrito, un Harlem histórico que cuenta con una gran población latina que ya representan el 50% de loselectores. Destacan en Rangel su sentido de la justicia, su solidaridad y su gran preocupación por las deportaciones de latinos y africanos y por el consumo de estupefacientes y la forma en que la justicia es administrada en estos dos frentes,ayudando a definir políticas más justas.
Cabe mencionar además, su apoyo incondicional a todos los programas de violencia domestica tanto en Harlem como en el Washington Heights dominicano.Rangel crea en 1995 el Upper Manhattan Empowerment Zone Development Corporation e impulsa la National Empowerment Zone Act, que con sus altas y bajas cambia verdaderamente el rostro del legendario Harlem.
De cierto, Charles Rangel habló del servicio militar obligatorio, peromás que nada era su esfuerzo para frenar el hecho amparado en las estadísticas, de que solo nuestros jóvenes negros y latinos, los pobres, son los llamados y demandados para ir a la guerra. Pensaba, apostaba Rangel, como veterano honesto, como político y buen estratega que vivió la guerra en carne propia, que al establecer obligatoriedad en el servicio militar,los blancos, los ricos, los negros, los latinos, los pobres, todos, tendrían que ir por igual al campo de batalla. Por qué intentar desplazarlo con manipulaciones?
Algo de fullería hay en estas movidas de últimahora. Hemos de suponer que para Rangel lo de la fullería no es nada nuevo, pues como afirmara una vez el mismo “Sargent” Rangel, al narrar los horrores de la guerra enKunu-ri Corea, donde fue impactado por untiro de metralleta, “Since Kunu-ri I have never, never had a bad day.
“Después de Kunu-ri nunca, nunca he tenido un mal día”, pero para la comunidad dominicana, para los dominicanos que no se dejan acantonar bajo la predeterminación étnica, armarle a estas alturas expedientesa Charles Rangel, un líder reconocido por su liderazgo y harta capacidad, sí que es serio.
Ser dominicanos no nos hace mejores ni peores, simplemente nos colocaen el terreno de la batalla política pero jamás, deberíamosser el centro de los estallidos, más si a quien se pretendeafectar con tácticas y estrategias de mala índole es a un líder de la estatura de Charles Rangel. Honor a quien honor merece.