<span style="font-weight: bold;">VENTANA: La propia Junta Central Electoral ha pronosticado que el nivel de
abstención en las elecciones del domingo 20 puede andar por el orden del 30%,
lo que indica que no lo harían más de 2 millones de electores de los 6.5
millones inscritos.</span>
El pueblo dominicano, plagado
de tantísimas necesidades, de toda índole, comenzando por la precaria situación
económica de miles y miles de familias, ha contemplado en los últimos meses el
derroche de multimillonarios recursos en una desenfrenada campaña electoral
protagonizada por los dos principales partidos políticos, que son los que se
disputan el poder. En ello, el oficialismo lleva la delantera.
Pero hay más. La población, en sentido general,
ha tenido que soportar los consabidos insultos que se lanzan a través de los
medios de comunicación, en especial los electrónicos, sin tomar en cuenta
horarios, y que los niños en sus hogares estén frente a la televisión.
Demasiado costoso resulta
cada voto en República Dominicana. Y cuando se calcula a nivel macro los gastos
en que incurre la Junta Central Electoral en organizar unas elecciones, a lo
que se agrega lo que invierten de conjunto los distintos partidos políticos. Son
sumas astronómicas, comparadas con las necesidades de este país, que si nos
ponemos a enumerar es posible que no tengamos conclusión.
Datos
recopilados por la agrupación cívica Participación Ciudadana y la propia Junta
Central Electoral, dan cuenta que este es el país de América Latina que más invierte
en procesos electorales.
El
4 de abril último, el tribunal de comicios distribuyó 1,403 millones 210 mil pesos,
entre los 24 partidos políticos reconocidos por ese organismo. Esa entrega, que
se dispone a partir de recursos del Estado, está amparada por la Ley Electoral.
¡Cuántas escuelas y hospitales se
construirían con esos fondos!
El
80% de ese monto, lo que es igual a 1,122 millones 568 mil pesos, fue
distribuido en partes iguales entre el PRD, el PRSC y el PLD por haber obtenido
más del 5% de los votos válidos en las elecciones congresionales y municipales
de 2010.
Eso
indica que los tres principales partidos recibieron, cada uno, 374 millones 189
mil 333 pesos.
Los
21 partidos restantes, todos minoritarios, recibieron 280 millones 642 mil pesos,
es decir, los que obtuvieron menos del 5% de los votos.
Súper caros que resultan esos ínfimos votos
que consiguen los emergentes en cada proceso electoral.
Veamos
estos ejemplos que aporta la JCE: en las elecciones congresionales y
municipales de 2010, el Partido Humanista Dominicano (PHD) obtuvo en la
provincia de Azua 343 votos (0.35%) y en el Distrito Nacional (en ambos casos para
el Congreso) 1,849 votos (0.53%).
A ese partido, que en las elecciones de 2010
participó aliado del PRD, la JCE entregó RD$12,346,074.78 entre marzo y abril
de este año.
Mientras
que la Fuerza Nacional Progresista (FNP), que en los comicios de 2010 participó
aliada del PLD, obtuvo a nivel provincial en Azua 297 votos (0.30%) y en el
Distrito Nacional 4,161 (1.19%), y el Partido Acción Liberal (PAL), también
aliada al PLD, obtuvo en Azua 336 (0.34%) y en el DN 1,331 (0.38%). Ambas
organizaciones recibieron sumas que superan los 10 millones de pesos, cada una,
con miras a costear su campaña electoral.
En
marzo último, el Ministerio de Hacienda entregó a la JCE 544 millones de pesos
para ser usados en la organización de las elecciones.
El reporte de Participación Ciudadana sobre
el gasto de los partidos da cuenta que estos gastaron 58 millones 813 mil 525
pesos, de los que 39 millones 436 mil 609 fueron usados en anuncios
televisivos. En la radio, el monto el monto empleado para publicidad fue de 11
millones 428 mil 646 pesos.
En resumidas cuentas, en
tiempos de elecciones el dinero parece perder el valor que justamente hay que
darle. Y hay que evitar que precisamente esa situación contribuya a elevar los
niveles de abstención.