29 de Marzo del 2012.-En los
últimos dos cuatrienios, el gobierno del presidente Leonel Fernández ha
asignado al sector agropecuario cerca de 62 mil millones de pesos, fuera del
presupuesto regular, aporte que ha estado acompañado de una serie de programas
y proyectos importantes que le han dado un impulso histórico a la producción en
el campo.
Un grupo de funcionarios del sector expusieron las virtudes de su gestión en un panel televisivo, cuyas consideraciones contrastan con la criticas de voceros del sector que han denunciado que han sido abandonado y que el gobierno autoriza importaciones masivas que repercuten en su contra.
Ese apoyo
formidable del presidente Fernández al campo viene desde su primera gestión,
del 1996 al 2000, cuando emitió un decreto estableciendo tasa cero para todo lo
que tiene que ver con el sector agropecuario, medida que ha implicado para el
gobierno un sacrificio de cerca de 40 mil millones de pesos.
Otra
iniciativa de singular importancia ha sido el Programa de Apoyo a la
Transferencia Tecnológica Agropecuaria, considerado el mejor proyecto que apoya
y financia el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y que ha ayudado
directamente a los parceleros de la reforma agraria.
En su
primera etapa, el programa conllevó una inversión de 600 millones de dólares,
suma aportada por el BID y que contó con un aporte de cinco millones de dólares
del gobierno dominicano. Ese programa benefició a 14 mil pequeños productores,
lo que contribuyó a reducir la pobreza en el campo.
Fruto de
una labor combinada entre los ministerios de Agricultura y Salud Pública, la
Dirección General de Ganadería y la Embajada Norteamericana, la semana pasada
Estados Unidos anunció el levantamiento del impedimento que le había impuesto a
la carne bovina procedente de República Dominicana, medida que ha provocado
gran regocijo tanto en el gobierno como en los sectores productivos del país.
Como
resultado de ese significativo esfuerzo del gobierno del presidente Fernández,
actualmente el país produce cerca del 87 por ciento de los productos que
consume, lo que significa que ha alcanzado la seguridad alimentaria que la
Organización de las Naciones Unidas ha trazado como objetivo a los países que
la conforman, a los fines de evitar una hambruna general en el mundo.
Esa
seguridad alimentaria que ha alcanzado la República Dominicana incluye los
alimentos que se suplen al turismo, sector que en el 2011 demandó productos por
un monto superior a los 650 millones de dólares.
En tanto,
a través del Banco Agrícola, el gobierno ha desembolsado en los últimos ocho
años unos 21 mil 999 millones de pesos para garantizar un apoyo efectivo
a los productores agropecuarios.
Solo en
préstamos financieros, la actual administración ha desembolsado 24 mil 258
millones de pesos. Actualmente tiene unos 33 mil préstamos en el campo, la
mayoría a micro-empresarios.
En
término de patrimonio, el Banco Agrícola dio un salto importante en los últimos
ocho años, al pasar de 854 millones de pesos en el 2004 2 mil 858 millones en
la actualidad, lo que equivale a un crecimiento de 234 por ciento.
Mientras
que en ese mismo período, el Instituto Agrario Dominicano (IAD) realizó 23
asentamientos campesinos en unas 108 mil tareas y entregó a parceleros de la
reforma agraria unos 11 mil títulos provisionales y mil 100 definitivos.
Actualmente,
la dependencia gubernamental tiene listos unos 422 títulos definitivos para ser
entregados a igual número de parceleros de reforma agraria antes de que termine
la actual gestión gubernamental.
En ese
lapso, el IAD captó 261 mil tareas, las cuales provinieron de la aplicación de
la Ley de Cuota Parte, la recuperación de tierras del Estado que eran
usufructuadas ilegalmente por particulares y transferencias hechas por el
Consejo Estatal del Azúcar y Bienes Nacionales.
Las
revelaciones en torno a los logros del gobierno en materia agropecuaria fueron
hechas por el ministro de Agricultura, ingeniero agrónomo Salvador
Jiménez; el director del Instituto Agrario Dominicano (IAD), ingeniero Juan
Rodríguez Ramírez, y el administrador general del Banco Agrícola,
ingeniero Paíno Abreu, al participar en el programa “Rindiendo cuentas al
pueblo dominicano”, que se transmite martes y jueves por una cadena de medios
encabezada por Telemicro, canal 5.
En el
transcurso de la entrevista, conducida por los comunicadores Ruddy González y
Yolanda Martínez, se corrieron sendos reportajes con detalles del Programa
Nacional de Pignoración realizado por el Ministerio de Agricultura y las plazas
agropecuarias creadas por el gobierno para facilitar alimentos a precios
asequibles a la población.
<span style="font-weight: bold;">CRISIS AGROPECUARIA SUPERADA</span>
El
ministro de Agricultura, ingeniero agrónomo Salvador Jiménez (Chío), dijo que
cuando el doctor Leonel Fernández retornó al poder en el 2004, el sector
agropecuario estaba sumido en una crisis terrible.
“Los
productores agropecuarios habían colapsado. Había una situación de desencanto,
de poco interés, no porque no querían continuar, sino porque la situación y el
entorno no les permitía continuar en sus labores: un dólar al 57, intereses
bancarios cerca del 45 por ciento, inflación de dos dígitos…”, expuso el
funcionario.
Precisó
que para entonces, la producción de arroz alcanzaba apenas 8.2 millones de
quintales y la de huevos era de 97 millones al mes.
Asimismo,
dijo que en el país solo había 269 mil metros cuadrados de estructura para
invernadero, el parque de cerdas madres era de 35 mil y solo producían cuatro
millones de libras de vegetales al año.
El
ministro agregó que solo en el programa de pignoración, el gobierno del
presidente Fernández heredó deudas por el orden de los mil 100 millones de
pesos.
Explicó,
a seguidas, que en términos estadísticos, el sector que dirige arrastraba un
decrecimiento de 2.5 por ciento, situación que hacía prácticamente imposible
que los productores del campo pudieran desarrollar sus actividades
consustanciales.
Jiménez
dijo que para hacer frente a la situación, el presidente Fernández dispuso que
las instituciones del sector agropecuario trabajaran en cuatro ejes
fundamentales: seguridad agro-alimentaria que tenía que ser garantizada por los
productores nacionales, creación de un esquema favorable para aumentar los
niveles de exportación, reducción de la pobreza rural y modernización del
sector agropecuario en su conjunto.
“Lo que
hicimos fue desarrollarles un nivel de confianza para poder levantar este
sector. Y aquello se convirtió en número favorable en poco tiempo, por los
niveles de garantía, de seguridad que les ofrecía el gobierno del presidente
Leonel Fernández”, dijo Jiménez.
Recordó
que con el solo retorno del presidente Fernández al poder, se produjo un gran
impacto en la tasa del dólar, que descendió de un 57 a un 28 por uno. Esa y
otras medidas del nuevo gobierno provocaron que de agosto a diciembre del mismo
año 2004, el sector agropecuario creciera un 3.5 por ciento, algo que asombró a
los propios productores.
Jiménez
destacó que como resultado de ese trabajo unificado, ya para el 2005 el sector
agropecuario había logrado un crecimiento de un 7.2 por ciento y en el 2009
alcanzó el máximo histórico de 12.5 por ciento, convirtiéndose en lo que
definió como “la locomotora de la economía dominicana”. En el 2010 y el 2011,
el sector creció 5.5 por ciento.
En
términos concretos, ahora la producción de arroz es de 12.5 millones de
quintales al año, la de vegetales es de 90 millones de quintales, mensualmente
se produce 80 mil cerdas y el 2011 cerró con una superficie de producción bajo
ambiente controlado de 5.5 millones de metros cuadrados de techo.
De igual
manera, el ministro de Agricultura reveló que al cerrar el año pasado, la
producción mensual de huevos era de 160 millones de unidades.
“ES UN SECTOR QUE VA BIEN, QUE VA HACIA ARRIBA”
En el
marco de su intervención, el ministro de Agricultura reconoció que ahora se
importa una mayor cantidad de maíz y soya que ocho años atrás, pero explicó que
esto se debe a que la producción nacional se ha incrementado y la demanda de
esos rubros es mucho mayor.
Jiménez
precisó que el sector pecuario consume mensualmente 2 millones 200 mil
quintales de maíz, lo mismo que 600 mil quintales de soya, una cantidad que
supera la producción nacional de esos rubros.
Al
abundar en ese aspecto, el funcionario insistió en que lo que ha hecho el
actual gobierno es manejar de manera transparente todo lo relacionado con el
Tratado de Libre Comercio de Estados Unidos y Centroamérica con la República
Dominicana.
Con
relación al referido tratado, Jiménez sostuvo que el mismo fue mal negociado
por parte del gobierno anterior, que ni siquiera tomó en cuenta un aspecto tan
importante como la calendarización de los productos, razón por la cual ese
compromiso internacional ha resultado altamente perjudicial para los
productores criollos.
“Nosotros
lo que hemos hecho y hemos tratado es de modificar esas negociaciones
terribles. Porque fueron unas negociaciones tan mal hechas que ni siquiera
negociaron la calendarización de los productos”, puntualizó el ministro de
Agricultura.
<span style="font-weight: bold;">SEGURIDAD AGRO-ALIMENTARIA</span>
En lo
concerniente a la seguridad agro-alimentaria alcanzada por el país como
resultado de la acertada política del actual gobierno, Jiménez destacó que ese
logro ha sido reconocido incluso por la Organización de las Naciones Unidas
para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
“Como
hombre visionario, el presidente Leonel Fernández se adelantó a la gran crisis
de alimentos que el mundo vivió en los años 2008 y 2009 y que no ha terminado,
porque siguen los grandes problemas de alimentación en el mundo”, dijo.
Explicó
que el conjunto de iniciativas gubernamentales que conllevaron a ese logro se
hizo en base a un plan estratégico de desarrollo, que a su entender es uno de los
grandes legados que deja el actual gobierno.
El
funcionario aseguró que en lo adelante todos los ministros de la cartera que
dirige tendrán que regirse por ese mecanismo, en el que –dijo- está plasmado
todo lo que se debe continuar en el sector agropecuario.
“La FAO
es que certifica que nosotros tenemos capacidad para producir alimentos
para 14 millones de personas”, resaltó, tras afirmar que, al ser abastecido por
productores locales, el sector turístico ha reducido de manera drástica la
importación de productos agropecuarios.
Resaltó
que motivado por el éxito de las iniciativas gubernamentales en materia
agropecuaria, el BID facilitó un nuevo monto, de 200 millones de dólares, para
financiar la ejecución de un programa de instalación de invernaderos para
pequeños productores.
“La gran
zona franca de la República Dominicana es producir bajo ambiente protegido
(invernadero). Tenemos que convertir la República Dominicana –y en eso hemos
trabajado-en lo que será la gran Armería del Caribe”, proclamó el ministro de
Agricultura.
Explicó
que Armería es una ciudad en España que es prácticamente de plásticos y que
produce la mayoría de los vegetales que consumen los españoles y los que se
exporta a los países cercanos.
<span style="font-weight: bold;">EL GRAN SALTO DEL BANCO AGRICOLA</span>
En el 2004,
cuando se inició la actual gestión, el Banco Agrícola estaba en una situación
que se puede considerar grave para una entidad que fue diseñada para
administrar y financiar créditos en el campo, afirma Paíno Abreu, actual
administrador general de la institución.
Dijo que
ese año, la cartera de crédito del Bagrícola era de apenas 3 mil 490 millones
de pesos, casi la mitad de los cuales, concretamente el 49 por ciento, estaban
vencidos, por lo que significa que no se estaba cobrando.
“De
manera que en una situación como esa, el Banco Agrícola no podía tener éxito
frente a las necesidades de los productores agropecuarios y, por consiguiente,
toda esa demanda de crédito que había en el campo estaba insatisfecha”, indicó
el funcionario.
Dijo que
otro gran inconveniente con el que se encontraron es que desde el Ministerio de
Agricultura, el gobierno anterior había importado 200 invernaderos, los cuales
traspasó al Banco Agrícola para que fueran financiados a los agricultores, pero
la selección de los beneficiarios se hizo atendiendo al clientelismo político y
muchos de ellos consideraban que se les había hecho un regalo.
“Después
de mucho trabajo, lograron formalizarles crédito a 162 de esas estructuras. El
resto no se sabe adónde fue a parar. Ese fue parte del desorden que nosotros
encontramos en el sector agropecuario y toda esa cosa ha tenido que mejorar”,
sostuvo Abreu.
Afirmó
que en el mismo año 2004, comenzaron a implementar un conjunto de acciones
encaminadas a sanear el Banco y ponerlo en capacidad de cumplir el rol que le
asigna la ley, que es básicamente amparar a los productores del campo.
Como
parte de esas acciones, el presidente Fernández le hizo al Banco Agrícola, en
el año 2005, un primer aporte de mil millones de pesos. Desde entonces, el
dinamismo de la entidad financiera no se ha detenido, a decir de su titular.
“Quiero
decirles que a final del primer período, es decir, en el 2008, la cartera de
crédito estaba ya en 7 mil 529 millones de pesos”, narró.
Sostuvo
que el crecimiento del banco siguió de manera sostenida y en la actualidad
dispone de una cartera de crédito de 7 mil 321 millones colocados en el campo.
<span style="font-weight: bold;">AUTOSUFICIENCIA EN ARROZ</span>
Paíno
Abreu reveló que en el período 2000-2004 el gobierno de entonces solo
desembolsó 4 mil 147 millones de pesos para la producción de arroz, mientras
que en el cuatrienio 2004-2008, se invirtieron 9 mil 744 millones de pesos, lo
que significa un incremento de 135 por ciento.
El
funcionario explicó que del 2008 a febrero 2012, el gobierno del presidente
Fernández desembolsó 10 mil 571 millones de pesos solo para arroz, tras
asegurar que lo mismo ha sucedido con otros rubros y con la ganadería.
Un
detalle importante que destacó el administrador general del Banco Agrícola es
el hecho de que ahora los estados financieros de la entidad son auditados todos
los años por firmas privadas, con lo que cumple normativas evacuadas por la
Superintendencia de Bancos.
En el
cuatrienio 2000-2004 se recuperó 7 mil 713 millones de pesos, dejando un 49 por
ciento de cartera vencida, mientras que el gobierno actual ha recuperado 24 mil
129 millones.
De igual
manera, indicó que el nivel de confianza del público en el banco se ha
incrementado significativamente, lo que se evidencia en un notable incremento
del monto depositado.
“De manera
que nos sentimos muy tranquilos y muy bien de dejarle como herencia al pueblo
dominicano una entidad tan superada como lo es el Banco Agrícola actualmente.
Ese es el salto que ha dado el Banco Agrícola y esa es la solidez que hoy día
tiene frente a nuestros productores”, concluyó Abreu.
<span style="font-weight: bold;">APOYO A LOS PRODUCTORES DEL CAMPO </span>
En el
2004, el IAD poseía un presupuesto de gasto corriente y operacional de 377
millones de pesos y no existían controles administrativos para el gasto de esos
recursos económicos, afirma el actual director de esa dependencia
gubernamental, ingeniero Rodríguez Ramírez.
Narró que
un 70 por ciento del parque de maquinarias, lo mismo que las camionetas y los
tractores, estaba fuera de servicio.
Otras
áreas que a decir del funcionario no funcionaban son las de captación y
distribución de tierra.
Sostuvo
que la actual gestión ha centrado sus esfuerzos en cinco ejes fundamentales:
captación y distribución de tierra, producción, el proceso de titulación
provisional y definitiva de los parceleros, obras de infraestructura y
capacitación para los parceleros de la reforma agraria y sus hijos.
“En el
área de infraestructura y construcción podemos decir que ha habido una especie
de revolución en el Instituto Agrario Dominicano”, afirmó el director del IAD,
quien dijo que además de remozar la sede central y varias sedes regionales, la
dependencia ha rehabilitado 3 mil 500 kilómetros de caminos vecinales.
Dijo que
en una acción conjunta con el Banco Agrícola y otras instituciones
gubernamentales, el IAD construyó 12 naves de invernaderos en San José de las
Matas, San José de Ocoa y Hondo Valle (Elías Piña), a razón de cuatro por cada
uno de esos municipios.
“Ha sido
una acción verdaderamente ejemplar, la que hemos llevado a cabo en el proceso
de capacitación de los parceleros de la reforma agraria, entendiendo que se
hace necesario que ellos y sus familias sigan pensando en esta noble actividad,
que es la agropecuaria”, declaró Rodríguez Ramírez.
En
adición a las acciones citadas, el IAD ha rotulado de manera gratuita más de un
millón de tareas, en apoyo a los parceleros, provocando que la producción de
arroz sea algo extraordinario.
“Somos
autosuficientes en la producción de arroz”, proclamó el director del IAD, tras
señalar que en los últimos dos cuatrienios se ha producido cerca de 80 millones
de quintales del cereal.
Aseguró
que el 43 por ciento de la producción de arroz en el país se produce en los
proyectos de la reforma agraria, tras afirmar que lo propio ocurre con otros
rubros importantes de la canasta familiar.
“La
producción en los asentamientos de reforma agraria es la que va a los mercados,
donde compran los pobres, donde compra el pueblo dominicano”, puntualizó.