Con su participación en Fitur-2012, en Madrid, España, Danilo Medina, se ha convertido en el primer candidato a la Presidencia de la República Dominicana, que llega al poder con un conocimiento directo sobre el significado comercial, económico y cultural de la actividad turística.
No podemos decir que la participación en la más importante feria del Turismo mundial como lo es Fitur, sea suficiente para poseer un conocimiento acabado sobre lo que es el turismo. Obviamente, las ferias turísticas pertenecen a lo que en teoría turística se denomina mercadeo intermitente directo, es decir, actividades donde se presentan conjuntamente todos los productos y servicios turísticos a los tours operadores y demás negociantes en periodos determinados de tiempo y de espacio, a los fines de que éstos determinen cual o cuales destinos elegirán para sus actividades turístico comerciales presentes y futuras a corto y mediano plazo. Las ofertas son diversas y cada región y cada país trata de presentar sus productos de la mejor manera.
Esa actividad permite que un candidato a la Presidencia pueda determinar el calibre o significado económico del turismo. Así, con este conocimiento, es dable pensar que estará en capacidad no solo de saber qué significa el turismo en términos económicos, sino que sabrá elaborar políticas públicas de respaldo a la actividad turística, o cuando menos, apoyar las iniciativas pro turismo que le sean presentadas una vez tenga en sus manos las riendas del poder. El turismo nacional necesitaba este tipo de presencia, pues aunque desde 1968, el turismo es una actividad económica oficialmente prioritaria nunca antes un político con reales posibilidades de ser gobierno, había participado en un evento de ese tipo.
La actividad turística nacional amerita una reelaboración, un reenfoque programático y de planificación que permitan al Estado determinar cuáles son sus objetivos en materia de turismo. No está claro qué perseguimos en tanto nación con el desarrollo de esa actividad, por ejemplo, da miedo observar que la composición de la inversión turística nacional es insignificante, es decir poseemos como nación un desarrollo turístico que nos deja migajas mientras extranjeros son los que se llevan la parte de león en dicha actividad.
Al parecer hasta ahora, el Estado Dominicano solo se ha limitado a percibir una que otra tasa proveniente de la corriente turística, o a que uno que otro artesano o productor agrícola haga uno que otro negocio, o que la actividad artesanal sobreviva. Sin embargo, entendemos que la potencialidad del turismo en tanto factor de desarrollo, no se ha establecido en términos nacionales. A Balaguer correspondió la decisión de iniciar el desarrollo turístico, el PRD en su momento, se presentó como el paladín del desarrollo turístico privado.
En cambio, el PLD, no ha llegado a poseer una política diferente de las que encontró pues se dedicó más que nada a entender el fenómeno turístico por intermedio de algunos de sus cuadros sin conocimientos en la materia que con la sagacidad suficiente como para ver en dicha actividad una oportunidad de hacer negocios particulares que no hacían más que crear una competencia para el capital privado nacional, al interior del órgano llamado a regularizar la inversión en dicho sector.
Al parecer, tocará a Danilo definir una política donde el interés general de la nación prevalezca sobre el interés particular. Es decir, conseguir la armonía y la confianza que requiere esta actividad para dar el grueso de lo que puede dar, pues hasta ahora, solo ha dado migajas como consecuencia de las malas políticas puesta en marcha quizás por el desconocimiento. Ahora es cuando la nación viene a contar con un político que, previo a la ascensión al poder se ha detenido a observar qué es turismo. Esto es un enorme paso de avance. Al menos, así lo vemos después de plantear tanto la necesidad de un nuevo enfoque de las políticas públicas en materia de turismo.
Además, el hecho de que gastadas figuras del sector turístico no le hayan acompañado en su periplo por Fitur, constituye una garantía de que errores del pasado no serán repetidos.
Esperemos que la reflexión de Danilo en materia de turismo vaya en el sentido de desarrollar una política turística integral, pues hasta ahora ha sido segmentada incluso en el propio ámbito del turismo de playa que es lo único que hemos practicado, claro, en manos extrañas. DLH-28-01-2012.