Santo Domingo. Lunes 12 de diciembre 2011.-Miguel Rivera Díaz (El Bolo) era
un acaudalado que vivía como un pobre, y entre los pobres, contrario a su
compatriota José Figueroa Agosto que se codeó con los más granados de la clase
media y alta de Republica Dominicana.
El Bolo residía en un barrio pobre y usaba motoconcho, a pocos en el
vecindario donde residía le llamo la atención. Pese a ello, la no pudo evadir
la búsqueda policial que el domingo lo detuvo y de inmediato lo entrego a las
autoridades puertorriqueñas.
Detalles del modovivendis de Ribera Diaz fueron ofrecidos por el
relacionador público de la Policía Nacional, Máximo Báez Aybar,
Pero pese a la vida sencilla que llevaba, el boricual distribuyó 2, 500
kilos de cocaína y sus ganancias son superiores a los US$40 millones de dólares,
dijo el vocero policial.
Las autoridades dominicanas tienen dos fincas propiedad del presunto
narcotraficante en la región norte del país y se investiga si hay más personas
que tenían vínculos con Rivera Díaz.
La Policía lo considera además de narcotraficante, como un<span style="mso-spacerun:yes"> </span>sicario. Estaba casado, pero la Policía<span style="mso-spacerun:yes"> </span>no identificó los nombres de su esposa y vástagos,
aunque dijo que se investiga si los hijos nacieron en Republica Dominicana.
Desde septiembre se ubicó su presencia en República Dominicana, donde
residía desde hacía unos diez años. Rivera Díaz logró registrarse en la Junta
Central Electoral (JCE) con el nombre de José Gregorio Matos Reyes, cédula
001-1865855-8. Obtuvo su licencia de conducir y estaba además habilitado para
votar en las elecciones presidenciales del 20 de mayo del 2012.
Residía en el sector Holguín de Herrera, de Santo Domingo, donde vivía. Allí
“El Bolo” llevaba una vida común igual que casi todos los demás habitantes,
pero que jamás le pasó por su mente que ese hombre que se veía “sencillo”
podría ser un “peje gordo”, que había acumulado tanto dinero por el tráfico de
drogas hacia Puerto Rico y Estados Unidos desde República Dominicana.