Era de esperarse que sus conciertos fueran un éxito. Había que ver la fila que formaron sus seguidores a las afueras del teatro, interminable, lo que presagiaba que la noche iba ser memorable con el joven artista y sus amigos invitados como el veterano bachatero Frank Reyes, la merenguera Juliana, Loisaida y Mayurie Reyna.
El propio Félix Cabrera, quien suma estos shows a su fructífera carrera empresarial reaccionó sorprendido al expresar que "definitivamente Prince Royce es un fenómeno".
Arrancó con su tema insignia "Corazón sin cara" y desde ahí marcó la ruta para un estallido de emociones que se manifestó con ensordecedoras ovaciones que mantuvieron toda la noche.
El vocalista estremeció a su fanaticada que estuvo compuesta mayormente por niños, adolescentes y otros más adultos.
Royce demostró ser un profeta en Nueva York, la ciudad donde comenzó a acariciar sus sueños de convertirse en artista, la ciudad en cuyos trenes, escribió algunas de sus canciones cuando el camino en la música aún era árido para él.
"Todos los que tengan sueños luchen por lograr hacerlos realidad", dijo emocionado antes de interpretar "Stand by me", la canción que escribió el afroamericano Ben E. King en1961 y de la que Royce hizo una respetable versión en bachata.
A este ofrecimiento le siguieron "Crazy", "Su hombre soy yo" y "Mi última carta". También hizo dos sorpresivos duetos, uno con Juliana junto a quien cantó el hit de Omega titulado "Que tengo que hacer" y más tarde unió su voz a Frank Reyes en "Cuando me enamoro", tema que originalmente es interpretado por Juan Luis Guerra y Enrique Iglesias.
Pero hay que resaltar que sus invitados se lucieron muy bien por separados y arrancaron aplausos de los espectadores que coparon el balcón, la platea e incluso el pasillo del United Palace.
Junto a siete músicos y diez bailarines, Prince Royce presentó un espectáculo de hora y media, donde su talento y carisma así como la euforia de su fanaticada fueron los protagonistas, claramente demostrando que este tan solo es el comienzo de una larga y próspera carrera musical para el cantautor de 21 años.
Desde comenzar el show con su actual éxito "Corazón sin cara" hasta finalizar con su primer sencillo "Stand by me", donde subió una chica del público, sus admiradores se mantuvieron de pie, cantando, bailando y gritando durante cada una de sus canciones.
Su osadía más grande de la noche fue lanzarse al eufórico público sopresivamente, lo que tomó desprevenida a la seguridad pero que fue un gesto agradable que confirmaba lo emocionado que se encontraba el bachatero por tanta devoción.