Amante como ninguna otra estrella de la música de la polémica, Lady Gaga consiguió que, incluso antes de que su nuevo vídeo viera la luz, le acompañara la polémica. Varias organizaciones católicas estadounidenses se lanzaron a criticarla por el videoclip en cuestión.
Y es que en él, la cantante convierte a los doce apóstoles en una tropa de motoristas y ella misma se transforma en María Magdalena. Aún sin ver el vídeo, congregaciones católicas estadounidenses se atrevieron a calificarlo de "ofensivo y racista hacia la Iglesia".