La joven reunió a sus amigas de la universidad en casa de una de ellas, y allí disfrutaron de una fiesta discreta, fuera de los curiosos y paparatzzis.
La hermana de Kate se encargó de despistar no solo a la prensa, sino también a las propias invitadas. Así, Pippa Middleton hizo reserva en cuatro locales de Londres, para que nadie supiera donde tendría finalmente lugar la reunión.
La futura esposa del Príncipe Guillermo nunca ha sido amiga de los excesos nocturnos ni de trasnochar, por lo que no se esperaba algo demasiado llamativo para su despedida de soltera.
"Kate sabe perfectamente que todos los ojos están puestos en ella, y que el más ligero despiste no sentaría bien", explicó la experta en bodas de sociedad, Sarah Haywood, a la revista People.