Fuentes ligadas al espectáculo en la ciudad de Miami, empiezan a mencionar a "El Pachá", como el posible sustituto del presentador chileno Mario Luis Kreutzberger Blumenfeld, mejor conocido como Don Francisco, ya que el veterano animador podría salir de la pantalla chica en menos tiempo del que se espera.
Ocho años después de llegar para quedarse en la gran urbe neuyorkina, Frederick Martinez, se ha convertido en un ícono para la comunidad dominicana residente en los Estados Unidos, en una referencia para los hispanos y en el comunicador criollo de mayor trascendencia en el exterior.
El Pachá, como le conocen todos, adquirió relevancia por su particular forma de conducir radio y por su desenfado ante las cámaras de televisión en la República Dominicana.
Símbolo representativo del gracejo y la forma característica de los cibaeños, la región de la nación dominicana que ha sido cuna del mayor número de mandatarios y figuras del arte y el espectáculo del país, logró ser profeta en su tierra antes de emprender el viaje en busca de la esperanza de mejor estabilidad económica y mayor nivel de trascendencia en su oficio.
Su arribo a la ciudad de Miami le representó mucho sufrimiento pero también mucho aprendizaje. ¨Un día no me dejaron entrar a un show en Miami y me dije: por ahí me van a ver entrar algún día…¨ La suerte y su talento le llevaron cuatro años después a hacer las veces de presentador de Merengue y Más en el mismo sitio.
Al cabo de estos ocho años de batallar en la otrora Gran Manzana, se descubre en sus calles como un símbolo de triunfo para los hispanos. Calificado dentro de los 25 latinos de mayor trascendencia en los Estados Unidos recibe premios a granel por su labor y resalta como referencia obligada en los hogares estadounidenses con su presencia en varios espacios televisivos de la cadena hispana Univisión y Telefutura.
Tomando experiencia de Polito Vega, el comunicador latino de mayor éxito en la radio, y de Charityn Goico, la de mayor éxito en la televisión, se convierte en figura de ambos medios para irradiarse como exitoso aquí, allá y en ambos medios y ahora apunta a la modernidad con sus planes para el internet.
Organizado en su vida personal lleva 15 años de casado, con dos descendientes. Piedra de escándalos faranduleros la crónica refiere que todo no es más que parte del modus vivendis de Frederick Martínez, un muchacho grande sin mayores malicias que su amor por el micrófono y las cámaras de la TV.