Bardem, que recientemente habló de su futura paternidad, siempre ha preferido mantener al margen su vida privada. De hecho, para el periódico alemán confiesa que, detrás de esa imagen de hombre serio y duro, en realidad se esconde una persona exageradamente tímida.
"El 99 por ciento de los actores que conozco son tímidos. Y se hacen actores para disfrazar esa timidez. ¿Sabes cómo se descubre esa timidez? Cuando los actores nos ponemos frente al público en una entrega de premios y sin guión. Es horrible. Ahí nos tenemos que interpretar a nosotros mismos", explica el actor.
Si de algo se enorgullece el protagonista de 'No es país para viejos' es de haber logrado esquivar esa imagen de macho que le pretendía imponer el cine. Bardem se dio cuenta de las limitaciones que le supondría a la hora de crecer como actor y prefirió centrarse en interpretar "personas reales, que lleven vida en sí mismas. Quiero contar historias, que toquen al resto del mundo", añade.
Entre dos de sus grandes ídolos del cine se encuentran Marlon Brando -con quien comparte una nariz rota- y Al Pacino, por quien confiesa sin pudor alguno su respeto y admiración: "Siempre he dicho que no creo en Dios, creo en Al Pacino".