Al ser cuestionado sobre el porqué había aceptado un papel tan simbólico interpretado anteriormente por Errol Flynn, Douglas Fairbanks y Kevin Costner, el neozelandés respondió con otra pregunta: "¿Creo de verdad en las motivaciones o en el pasado de cualquiera de los otros Robin Hood que se han hecho?".
"Cuando empecé a pensarlo desde esa perspectiva, mi respuesta fue no. Quería encontrar cuáles eran las motivaciones esenciales para el altruismo de este hombre", señaló durante la presentación este miércoles en Cannes de la cinta. Una cita en la que el gran ausente fue Ridley Scott, convaleciente de una operación de rodilla.
La que sí estuvo acompañando a Crowe fue la protagonista femenina del film, la oscarizada Cate Blanchett, que interpreta a una Marion más independiente y llena de energía. La australiana también dijo que no se ha inspirado en interpretaciones anteriores, como las de Olivia de Havilland o Audrey Hepburn.
Siempre quise ser Robin Hood en lugar de Lady Marion, pero ese papel ya estaba cogido", dijo. "No son los papeles que recordaba, a decir verdad, lo que probablemente fuera conveniente porque Ridley no estaba interesado en absoluto en convertirme en una 'dama en apuros'", añadió.
¿HABRÁ SEGUNDA PARTE?
Tras el glamouroso desembarco en Cannes, la reedición de Scott de la leyenda inglesa del siglo XIII tiene ahora como objetivo llegar a lo más alto de la taquilla mundial y desbancar a Iron Man 2. Es evidente que si el público responde, los estudios Universal se lanzarán a la secuela. Una posibilidad que Crowe acepta abiertamente y sin tapujos.
"No hay ningún cinismo en esto, no tenemos otros dos guiones debajo de la cama del hospital de Ridley", dijo Crowe desde la alfombra roja. "Obviamente hay una cifra en la mente de los jefes del estudio, si superamos cierta cifra entonces nos llamarán y dirán: 'Bueno, contad la segunda parte de la historia', pero no hay un gran plan al respecto", agregó el actor en entrevista ofrecida e Europapress.es