La salud de Lindsay Lohan está en boca de todos, ahora más que nunca. Después de haber estado en tratamiento para curar sus adicciones al alcohol y a otro tipo de sustancias, la protagonista de Chicas Malas está peor que nunca.
Si hace unas semanas nos sorprendía la noticia de que, tanto la Policía de Los Ángeles como también la prensa estadounidense, se preparaban para un fatal desenlace para la actriz, ahora son sus amigos los que se han mostrado muy preocupados por su estado.
"El problema es que Lindsay se niega a admitir que tiene un problema y no cree que necesite volver a rehabilitación. No hay nada que hacer ya que nadie puede forzar a Lindsay a volver a rehabilitación, aunque sea exactamente lo que necesita", explica un amigo cercano de la actriz a la web Showbiz Spy.
"Estamos cada vez más preocupados por Lindsay y la gente cercana a ella está intentando convencerla para que vuelva a rehabilitación".
"Muy preocupada" está también Dina, madre y manager de la actriz y también se sienta cada vez más frustrada con su ex marido Michael por airear todos los secretos de la familia, concretamente los de Lindsay.
"Dina es extremadamente protectora con Lindsay y son sus demás hijos", explica el amigo de la actriz.