Con una playera morada clara y lentes oscuros, el golfista estadounidense llegó discretamente con unos 12 jugadores más a la zona de prácticas, a la que sólo tuvieron acceso los integrantes del club y medios de comunicación.
Woods platicó con Paúl Casey, así como con algunos otros competidores, y comenzó a pegarle a las pelotas, aunque su amigo no quiso dar detalles de la conversación que sostuvo con el número uno mundial de golf, pero que le agradó verlo de regreso a las competencias.
El Masters de Augusta será el certamen en el que reaparecerá Tiger -quien este lunes por la tarde ofrecerá una conferencia de prensa, luego de quedar al descubierto que engañó a su esposa en varias ocasiones y aceptó públicamente su infidelidad, por lo que estuvo varias semanas en un centro de rehabilitación por su adicción al sexo.