El humorista, que ha hecho del "Stand-Up Comedy" su profesión, se ha ganado un lugar en el mundo del espectáculo local, gracias al dominio de un arte no muy socorrido por otros comediantes.
El tono de su voz, su sobria manera de vestir, las leves expresiones de su rostro y su actitud relajada, son las armas de su puesta en escena. Eso es lo que le ha convertido en un personaje que se ha hecho de un público que le sigue donde se presenta.
En esta oportunidad, el humorista presentó un espectáculo de casi dos horas en el que realizó un maratón interminable de chistes, de todos los temas y colores, y en los que se aprovecha del talento, no compartido con mucha gente, que tiene.
"Un chiste para Don Joaquín", que empezó con unas palabras escritas en las pantallas y en las que el confeso admirador del arte de Richard Pryor, agradecía a su padre la herencia de la vena cómica. Eso sí, escrito también aparece su reproche la tendencia a la calvicie que le dejó su progenitor, lo que arrancó las primeras carcajadas.
Desde este momento, y luego de proyectar una imagen en la que aparecen Don Joaquín y un pequeño Carlos, con sombreros de los que usaba Robin Hood cuando era el rey de los bosques de Sherwood, se inició el show.
El escenario albergó una silla, dos taburetes, uno con una lámpara y otro con una copa de agua, y un estante de madera porta abrigos, en el que probablemente se sentó algún padre a leer un libro en los tiempos del retiro.
Allí, con tan pocos elementos, Carlos Sánchez hizo de las suyas sin dar tregua a los presentes con su estilo delicado, alejado de la oferta a que tienen acostumbrados los demás comediantes de la televisión local.
Este elemento distintivo de su estilo, no hace a Sánchez, ni mejor ni peor, pero le asegura un público distinto, ávido de este tipo de humor.
LA RUTA DE UN COMEDIANTE
Entre cuentos en septiembre de 2004 Carlos Sánchez participó en el Festival Internacional de Humor en Buenos Aires, Argentina. En el mes de noviembre del mismo año presentó "Carlos Sánchez, mucho gusto", una recopilación de todos sus escritos realizados en su primer año y medio.
En 2008 presentó "Carlos Sánchez. Nos pasa a todos", presentando en su temporada de estreno 10 funciones.
Ha trabajado para más de 120 empresas nacionales y multinacionales presentando sus espectáculos de humor, también como presentador, animador y maestro de ceremonia