El proyecto protege en la actualidad a unas 60 especies del país centroamericano sobre un total de 197, de las cuales más del 40% están en peligro de extinción
El director de la ONG estadounidense "El Arca de los Anfibios", Kevin Zippel, señaló que desde un tercio hasta la mitad de las 6.000 especies de anfibios en el planeta pueden desaparecer, lo que pronosticó como la extinción más importante desde los dinosaurios.
Según él, entre las causas de extinción destacan "la destrucción de su hábitat, la contaminación y el hongo quítrido", un parásito mortal que ha seguido avanzando hacia el oeste panameño desde que se descubrió en 1993 en la frontera con Costa Rica.
Zippel añadió que en Estados Unidos hay diferentes líneas de investigación abiertas para combatir el hongo, aunque de momento ninguna de ellas puede garantizar su eliminación ni a corto ni a largo plazo.
El Centro de Conservación de Anfibios de El Valle de Antón del Zoológico "El Níspero" mantiene en cautiverio ranas y otros batracios rescatados de su hábitat como única forma de salvarlos y darles tratamientos contra el hongo quítrido, mediante una solución antimicótica llamada Itroconazole.
Entre los ejemplares recolectados destaca la "rana dorada" (Atelpus zetequis), una especie endémica panameña de color amarillo y manchas negras que es un símbolo del país y que alimenta la leyenda de que quien la ve se convierte en una persona afortunada.
"Uno de los logros más importantes de este proyecto de monitoreo, conservación y educación ambiental fue poder criar en cautiverio una segunda generación de ranas doradas", apuntó el profesor de la Universidad de Panamá Roberto Ibáñez.
Ibáñez también anunció que "próximamente" se llevará a cabo la construcción de un centro de exhibición y reproducción de anfibios en el Parque Natural Summit, al norte de la capital panameña.