La adicción al trabajo puede convertirse en un problema de difícil solución ya que por lo general a mayores atribuciones y responsabilidades en el trabajo, mayor dedicación y por tanto, mayores posibilidades de quedar enganchado en un círculo vicioso.
El equilibrio entre las horas de trabajo, ocio y descanso resulta determinante para el bienestar personal. Empero, la sociedad consumista de hoy en día potencia el deshecho del tiempo libre a favor de un trabajo adicional que incremente las ganancias para un aumento del consumo. Es en este contexto donde se ha comenzado a estudiar un "nuevo" trastorno psicológico que se caracteriza por la pérdida de control en la actividad laboral: la adicción al trabajo.
En nuestra sociedad, para nuestra familia y nosotros mismos, ser una persona trabajadora es una virtud muy apreciada. Sin embargo, para muchas personas, cada vez más, su trabajo constituye mucho más que un modo de ganarse la vida o de realizarse profesionalmente: es una adicción que ocasiona serios problemas personales, familiares, sociales y hasta laborales.
Aunque los "trabajólicos", o personas que viven para trabajar, han existido siempre, a partir de los años ochentas comenzaron a ser catalogados como
Este problema que afectaba principalmente a los hombres, ahora también se ha extendido entre las mujeres y es tan grave, que se calcula que más del 20% de la población trabajadora mundial presenta esta adicción. Es más frecuente entre las personas que ejercen una profesión liberal.
FACTORES DE RIESGO QUE CONDUCEN A ESTA ADICCIÓN:
– Las presiones económicas familiares y el temor a perder el trabajo.
– La enorme competitividad que existe en el mercado laboral, en donde es más valorado el que lo deja todo por el trabajo que aquel que cumple con su horario establecido y ya.
– La fuerte necesidad de conseguir el éxito y el puesto deseado.
– La incapacidad para negarse ante un jefe sobre peticiones que pueden bien posponerse para el día siguiente.
– El temor a los jefes, cuando éstos son prepotentes, exageradamente exigentes y amenazan constantemente a la persona con perder su empleo.
– La falta o mala organización, pues esto provoca la acumulación y sobresaturación del trabajo.
– El ambiente familiar, que se enfoca más a la desintegración y a los problemas familiares que "obligan" a muchas personas a no querer llegar a su casa.
– La ambición excesiva por el poder, el prestigio o las posesiones.
– La incapacidad para establecer prioridades.
– La falta de afectos personales que se suplen con el trabajo.
– La educación familiar que impone a los hombres sobre todo, el cubrir con el rol de proveedor de su familia.
– La presión de muchas mujeres cuya meta es solamente el sacar adelante a los hijos e hijas.
– La presión de la sociedad para que los hijos sean independientes.
CONCEPTO Y CARACTERÍSTICAS DE LA ADICCIÓN AL TRABAJO:
Está caracterizada por una implicación progresiva, excesiva y no adaptada a la actividad laboral, con pérdida de control respecto a los límites del trabajo y que afecta a otros ámbitos de la vida cotidiana. La sobre-implicación responde necesidades personales más que a necesidades del entorno laboral. Se distingue por su actitud normalmente acompañada de ideas sobrevaloradas:
a) Características: Implicación elevada, impulso por presiones personales, poca capacidad de disfrute, búsqueda de poder o prestigio, miedo al fracaso.
b) Síntomas: Negación del problema, distorsión de la realidad, necesidad de control, tolerancia creciente, síntomas de abstinencia en vacaciones. Con todo esto conviene aclarar que no toda dedicación intensa al trabajo es adicción. Puede haber personas trabajadoras que saben desconectar en su tiempo libre.
c) Consecuencias negativas: Relaciones familiares deterioradas, aislamiento, carencia o pérdida del sentido del humor, desinterés por las relaciones interpersonales no productivas, debilitamiento de la salud, tiempo libre muy reducido, ritmo de sueño demasiado variado ("mal dormir")
e) Indicadores: Aislamiento, agotamiento, excesivo sentido del deber, pérdida de satisfacción de actividades antes placenteras.