Los señores Jackman y Strober señalan cinco maneras diferentes de autodestrucción: negación, pensamiento (darle vueltas al asunto), envidia, miedo a la crítica y el postergar. Si estas situaciones te suenan familiar, sigue leyendo:
NEGACIÓN: No enfrentar la realidad. Puede ser que pretendas continuar con tu dieta aun sabiendo que comes mil calorías extras o que del presupuesto mensual de la familia destinas más de cinco mil pesos para comprar ropa.
¿Qué hacer? Algunos de estos autoengaños pueden hacerte sentir bien (Todas sabemos que comer galletas después de la media noche engorda). Pero cuidado con mentirte: si estás cayendo en eso es porque sientes lástima de ti mismo. Pregúntate ¿qué hay detrás de todo eso? y busca una solución.
PENSAMIENTO: Todos nos obsesionamos una y otra vez. Es parte de la naturaleza humana, pero darle muchas vueltas al asunto puede convertirse en autosabotaje al perder demasiado tiempo y energía pensando en un problema. Esto puede hacerte caer en depresión y ansiedad, lo que paraliza tus emociones y te deshabilita para actuar.
¿Qué hacer? Escribe tus preocupaciones. Muchos estudios demuestran que los pacientes que escriben sobre sus experiencias reducen más la depresión que aquellos que no lo hacen. Al escribir tus miedos comienzas a sentir que tomas el control y consigues lidiar con ellos. También, puedes escribir un ejercicio de visualización del siguiente modo: Haz una imagen mental de tu angustia o problema; después imagina una solución positiva.
ENVIDIA: Al igual que darle vueltas al asunto, la envidia puede convertirse en un autosabotaje, porque te distrae del problema que debes resolver. Más bien, debes enfocarte en lo que está mal y qué hacer para mejorarlo. Al sentir envidia hace del otro (amigo o compañero de trabajo) un chivo expiatorio. Después de detectar el problema es realmente fácil resolverlo.
¿Qué hacer? Cuando sientes envidia, tu enfoque está en lo que no eres y en todo lo que no has hecho (si fueras feliz con tus propios logros no sentirías envidia). Entonces, cambia esos pensamientos. Si estás empezando un negocio familiar, no te preocupes por aquel amigo que te apoyaba y a los dos meses desapareció. Enfócate en los tres clientes nuevos que conseguiste y no en los 20 que él ganó. Mientras te cepillas los dientes por las noches, pregúntate qué lograste. Te sorprenderás de todo lo que has conseguido.
MIEDO A LA CRÍTICA O RETROALIMENTACIÓN: Mucha gente odia la retroalimentación porque se siente afectada con la crítica, pero si no la tienes con los demás no sabrás qué es lo que estás haciendo mal y te puedes convertir en un peor enemigo, porque insistes en mantener el mismo comportamiento destructivo.
¿Qué hacer? Sin duda está en algo personal, haz un sondeo de opinión entre tus amigos. No tienes que pasar horas con ellos; a veces con enviar un e-mail que pida una opinión es suficiente. Si el problema es de trabajo, porque no tomaron en cuenta para un ascenso o no eres parte del proyecto en el que pediste participar, habla con un colega al que le tengas confianza, pues él puede ayudarte a saber si de alguna manera eres tú el culpable de eso. Pero no tomes la crítica negativa muy a pecho; de hecho, el ser demasiado susceptible a ella puede llevarte al autosabotaje si demeritas la confianza en ti misma. Si algún amigo te dice que no sabes escuchar, valora si se trata de una crítica constructiva o es él quien la necesita. Si realmente te quiere ayudar dirá algo como: "Me frustro cada vez que me interrumpes, siempre que te estoy haciendo una crítica". Los especialistas en la conducta dicen que si escuchas una crítica negativa de una persona, no hagas caso, pero si te la dicen dos, tómalo en serio.
Postergar: Deja para después las cosas mina tus posibilidades de tener éxito, es una manera de predisponerte a fallar. Si dejaste algo para el último momento, no hay manera de que hagas un trabajo tan bueno como el que se puede hacer con tiempo. Quienes postergan tienden a ser menos saludables y a ganar menos dinero que quienes abordan los problemas y proyectos de manera directa.
¿Qué hacer? Si eres de las que postergan las cosas porque se sientes abrumada, intenta descomponer cada tarea o situación en piezas pequeñas y céntrate en cada una de ellas, de una en una. La gente que se recompensa a sí misma por sus logros personales tiende menos a tomar una actitud negativa de cómo postergar las cosas. La recompensa puede ser simple, pero constituye una manera de premiarte a ti misma después de un compromiso positivo. Y cuando la ocasión lo amerite, trátate como una reina.