El teletrabajo surgió para facilitar el acceso al lugar de labores a los discapacitados físicamente, para apoyar la conciliación laboral de las madres y posibilitar el acceso a un empleo a los habitantes de las zonas rurales.
Cada día se incrementa el número de personas, tanto hombres como mujeres, que se unen a las filas de los teletrabajadores: abogados, escritores, periodistas, asesores de todo tipo, ingenieros, mercadólogos y vendedores y profesionales de diferentes ramas, quienes deciden compartir el espacio de su hogar con su oficina y disfrutar de las siguientes ventajas:
- Ahorro de tiempo en desplazamientos, lo que supone una mejora de la calidad de vida.
- Flexibilidad para compaginar el trabajo con otras actividades (tareas del hogar, educación de los hijos, etc.).
- Disminución del tráfico y, en consecuencia, de la polución.
- Fomento de las nuevas tecnologías y aumento de la competitividad.
- Posibilidad y satisfacción de ser el propio gestor del trabajo.
- Desarrollo de la autodisciplina.
- Reducción de costes para el empleado, que puede comer en su casa y ahorrarse el dinero de los transportes y en algunos casos, de la comida.
- La posibilidad de trabajar cómodamente en zapatillas o en bata, sin necesidad de lanzarse a la feroz lucha por un asiento en el autobús o sin tener que someterse al madrugador dilema de la decisión del ¿qué me pongo?
Pero, a pesar de estas innegables ventajas que ofrece el teletrabajo, algunas voces se levantan para señalar ciertos aspectos negativos de trabajar desde la casa, pues consideran que:
- Teletrabajar aísla socialmente y existe un cierto temor o miedo de los empresarios a que el empleado no dé todo lo que tiene que dar de sí al no existir vigilancia directa.
- Concurren algunos factores capaces de generar situaciones estresantes y conflictivas. Por ejemplo, la extrema dependencia de la informática puede provocar que un fallo o avería dé como resultado la pérdida del trabajo o un retraso en la finalización de éste.
- La tendencia a prolongar la jornada laboral en detrimento del tiempo dedicado a otras tareas extra-laborales.
- El teletrabajador tiene dificultades para acceder a la formación necesaria por falta de ofertas o propuestas que se adecuen a sus necesidades.
- Los trámites administrativos y el trato fiscal no favorecen la actividad de los teletrabajadores.
- Las intromisiones por parte de amigos y familiares podrían afectar el rendimiento.
Sin embargo, todo parece indicar que el teletrabajo se extenderá en los próximos años, porque sus ventajas han sido valoradas mucho más que sus inconvenientes. Si usted decide trabajar desde su casa tome en cuenta los siguientes consejos:
- Realice su propia documentación sobre las distintas ofertas de trabajos para realizar desde casa.
- Si encuentra ofertas para trabajar desde casa que soliciten una inversión inicial, sea prudente y solicite previamente toda la información posible: persona de contacto, dirección, teléfonos, etc.
- Si tuviera que adquirir maquinaria o material infórmese si puede devolverlos y bajo qué circunstancias.
- Asesórese de los requisitos legales necesarios para ejercer dicho trabajo desde casa.
No olvide que los beneficios de un teletrabajador estarán determinados por su esfuerzo, constancia, autocontrol, capacidad de organización, automotivación y capacidad de aprendizaje.
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