Cuando comienza un nuevo año es impresionante la cantidad de metas que nos proponemos. Son muchas y variadas las necesidades individuales de cada persona, pero, pese a los nuevos retos, reformas, gastos y compromisos que se nos vienen encima, tratamos de mantener a toda costa una actitud positiva, eso es definitivamente, lo más inteligente que podemos hacer!
Pero hay una meta que por sencilla y práctica muchas veces pasamos por alto, debería ser la principal para cada uno en particular: SER CADA DÍA MEJORES SERES HUMANOS. Resulta evidente que en los nuevos tiempos se necesita de valores morales que nos ayuden a avanzar, para no ser parte activa del engaño, el egoísmo y la mentira.
Vamos a integrar dentro de nuestra lista de metas prioritarias, recordar diariamente que debemos tener el valor necesario para ser buenos y que no tenemos la obligación de seguir la corriente de quienes entienden que este es un mundo de astutos, en el que hay que pisotear y vivir a la defensiva, para alcanzar nuestros objetivos más profundos…
Una persona buena es:
La que tiene sentido del honor,
la que rechaza el engaño y la manipulación,
la que sigue los dictados de su propia conciencia,
la que no necesita argumentos para practicar la humildad,
la que tiene los ojos limpios para ver el lado bueno de sus semejantes,
la que intenta no perjudicar a nadie,
la que procura no venderse al mejor postor,
la que actúa responsablemente, sin esperar premios ni recompensas,
la que realiza buenas obras sólo para ver sonrisas en los otros,
la que da prioridad al amor y la solidaridad en su vida…
El momento es oportuno para darnos la oportunidad de sacar ese mar de bondad que habita en nuestro corazón, sólo tenemos que decidirlo!